En cualquier parte del mundo, el crimen de robar bicicletas está siempre activo y aumentando. Tan solo en Montreal, una ciudad relativamente segura, la mitad de los ciclistas son arrebatados de sus bicicletas y un bajo porcentaje la logra recuperar.
Este sistema de seguridad induce el vómito en los ladrones para que no roben bicicletas y tienes que verlo

Las bicicletas son blancos fáciles para los ladrones porque son ligeras, fáciles de cargar, pequeñas y no llaman demasiado la atención. Por estas razones, hay pocas posibilidades de que un ladrón de bicicletas sea atrapado.
Para darle fin a esto, Daniel Idzkowski y Yves Perrenoud, de San Francisco, decidieron inventar un modo para evitar que se sigan robando bicicletas.
SkunkLock te hace vomitar intantáneamente

Los inventores de SkunkLock, estaban cansados de lo simple que parece ser para un ladrón robar una bicicleta. Por esta razón crearon este producto que fue fundado por la iniciativa crowdfunding . Esta iniciativa se basa en la obtención de dinero por parte de una persona interesada en invertir en un proyecto externo, sin ningún beneficio hacia él y la producción del producto por parte de los promotores del proyecto.
El producto consta en un candado con forma de U hecho a partir de carbón y acero. A simple vista parece ser un candado más, pero tiene algo muy particular. En él hay un compartimiento hueco que esta lleno de un gas a presión. Cuando una persona corta hasta el 30 % del candado, el compartimiento libera este gas en dirección del corte. Este gas induce el vomito enseguida y tiene otros síntomas similares al de un gas pimienta.
¿Cómo funciona este gas vomitivo?

Junto al logo de la invención figura la frase «El único candado que lucha contra el ladrón con químicos nocivos».
Según explican los creadores, el gas tiene como ingrediente activo la capsaicina, el mismo compuesto que se encuentra en los chiles y que imposibilita momentáneamente la respiración e induce el vómito de inmediato.
Los inventores no utilizaron el dispositivo en ladrones reales, pero lo probaron en ellos mismos y en voluntarios. En las pruebas, se posicionaron a 60 centímetros, 1,5 centímetros, 6 metros y 12 metros de la expulsión del gas. Según reportaron, a 60 centímetros el olor y la sensación es intolerable e indujo el vómito en el 99 % de las personas. Luego, a 1,5 metros el efecto fue muy notable, generando el reflejo inmediato de alejarse, y a 6 metros sigue siendo bastante desagradable.
Este dispositivo tiene el propósito de que el ladrón se aleje sin lograr robar la bicicletas, si bien es posible que logre romper el candado. Además, como en todo, es posible que a pesar de esto, algunos ladrones continúen robando las bicicletas, pero al menos la cifra debería disminuir considerablemente.
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