Este pequeño pueblo está cambiando la realidad para muchos huérfanos de Rusia

Rusia lucha desde hace tiempo con los hogares infantiles en hacinamiento y el gran número de huérfanos que necesitan una vivienda.

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El problema se acrecentó cuando, en 2012, luego de años de adopciones internacionales, el presidente Vladimir Putin firmó una ley que prohíbe a los estadounidenses adoptar huérfanos rusos.

A pesar de esto, desde hace más de una década, un pequeño pueblo al sur de Moscú ha estado experimentando en lo que podría ser una opción novedosa que apoye tanto a los niños como a las familias que los reciben.

La esperanza

Como documenta la BBC, en este pueblo cerca de Moscú, niños huérfanos y abandonados viven en comunidad con sus potenciales padres adoptivos.

El concepto de “ fostering” o la crianza de un niño que no es biológicamente de uno, es un concepto reciente en Rusia, ya que los niños huérfanos solían ser enviados a orfanatos.

Las actividades que organiza la comunidad están centradas en cómo ayudar a estos niños a crecer y desarrollarse.

Los fundadores de la comunidad, visitan orfanatos y le ofrecen a los niños que quieran la posibilidad de vivir con las familias.

En este momento hay cuatro familias adoptivas con entre 3 y 5 niños adoptivos además de sus hijos biológicos. Cada familia tiene su casa y son los adultos quienes invitan a los niños a formar parte de sus familias.

Los niños huérfanos han sufrido el trauma de perder a sus padres, lo que deja huellas en su personalidad y pueden derivar en algunos problemas incluida la falta de confianza.

Gracias al trabajo de esta comunidad, la realidad está cambiando y el gobierno ruso se ha ofrecido a ayudar financieramente a esta comunidad experimental, otorgándole dinero por cada niño.

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Una iniciativa que hace que los niños se sientan contenidos, puedan aprender, jugar y desarrollarse de la mejor manera.

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