Este minuto de silencio nos recuerda que el oro no es siempre lo más valioso

Un minuto de silencio es algo simbólico, pero no por eso debe ser rechazado. Silenciarnos por 60 segundos no hará que el tiempo corra hacia atrás; ese minuto no terminará con el terrorismo en el mundo. Pero es una manera de homenajear a un ser querido y a cualquier persona que falleció. Es una manera de unirnos como sociedad y rechazar el terror. Es una acción, es una forma de decir «no quiero esto para el mundo».

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Pero, quizá, no todos lo ven así. Y es que en el Mundial Máster que se celebró en Budapest, no hubo lugar para un minuto de silencio. ¿O sí?

Fernando Álvarez, el nadador que eligió sus valores antes que el oro

La final de los 200 metros estaba por comenzar. La señal indicó que era momento de ponerse en carrera. Pero Fernando Álvarez, un nadador profesional, decidió no tirarse a la piscina, no al menos hasta que hubieran pasado 60 segundos.

Pero, ¿por qué? El viernes, Álvarez se comunicó con la organización del mundial para solicitar que el sábado, en la final, antes de comenzar se realice un homenaje a las víctimas por el atentado en Barcelona. 

En este primer contacto, Álvarez no recibió respuesta. El día mismo de la competencia, decidió volver a consultar si ese minuto era posible. Finalmente le respondieron y le dijeron que no era posible perder un minuto para realizar el homenaje.

Ante el rechazo de su propuesta, Álvarez decidió hacerlo por su cuenta. Cuando la carrera comenzó, él se quedó parado en su andén durante todo 1 minuto. Según la BBC, Álvarez manifestó que «salí un minuto más tarde, pero no me importó. Me sentí mucho mejor que si hubiera ganado todas las medallas de oro del mundo».

Hacer lo que uno ama es grandioso. Ser galardonado por ello también lo es. Pero mucho más importante y relevante es hacer lo que sentimos. Fernando Álvarez lo hizo. No ganó el oro, pero fue el campeón en toda esta historia.