Una acción tan natural como ir al baño a vaciar nuestros intestinos requiere de un objeto clave que nos permita hacerlo de forma cómoda y que no por nada existe desde hace miles de años. Claro, nos referimos al inodoro. Pero... ¿ por qué usamos inodoros para defecar?
Esta es la verdadera razón por la que defecamos sentados en inodoros


El también llamado trono o retrete es común en Occidente y tiene una historia muy interesante, hoy te contamos la razón por la cual defecamos sentados en el inodoro.
¿Por qué defecamos sentados en el inodoro?

Los hay de todo tipo, desde bastante precarios a modelos de lujo de alta tecnología, defecar en un inodoro es de lo más común para cualquiera y cuando no encontramos uno, las cosas se ponen complicadas.
¿ Por qué defecamos en inodoros? Los retretes más antiguos del mundo pertenecen a la civilización romana, en donde se utilizaban en una especie de baño común uno al lado del otro, permitiendo vaciar los intestinos sentados y de paso conversar con los vecinos.
Los inodoros fueron evolucionando con los años, pero en Occidente siempre permaneció una característica y es que los usábamos sentados para defecar, aunque no es la posición más adecuada.
La razón por la cual defecamos sentados es más que nada higiénica, ya que en esa posición se evita que cualquier desecho llegue a nuestras ropas o deslice a otra zona del cuerpo, para eso lo inodoros están diseñados para mantenernos en un ángulo de 90º.
Otra ventaja de defecar sentados también desde el punto de vista sanitario, es que se facilita que las heces puedan caer en el sitio adecuado del inodoro y así bajar por el desagüe, en otra posición la caca no caería derecha.
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La razón por la cual el defecar sentados no es buena idea

Una larga tradición cultural nos lleva a defecar sentados, pero en países orientales es común hacerlo en cuclillas, puede parecer incómodo pero en realidad es la mejor posición considerando nuestra anatomía.
Cuando nos ponemos en cuclillas con las rodillas dobladas en un ángulo de 90º y los pies tocando el suelo, se relajan los músculos encargados de ayudarnos a «pujar» para que salgan las heces y el proceso se hace más eficiente y rápido.
Una investigación científica determinó que las personas que utilizan esta posición demoran en defecar menos de la mitad del tiempo que quienes lo hacen sentados en inodoros tradicionales, además ayuda a quienes están constipados e incluso evita la formación de hemorroides.
El defecar sentados en el inodoro puede parecernos más cómodo y menos acrobático que si lo hiciéramos en cuclillas, pero en países como China y Japón existen una especie de retretes especialmente diseñados para adoptar la posición correcta sin dejar de lado el confort.









