La música es importante para nuestro bienestar ya que tiene una gran cantidad de beneficios, tanto a nivel social como a nivel fisiológico.
Esta es la razón científica por la que todos deberíamos estudiar música desde pequeños

Por un lado, la música nos permite interactuar y comunicarnos dentro de una comunidad formando vínculos. Por otro lado, las melodías disminuyen los niveles de la hormona del estrés, el cortisol y desencadenan respuestas emocionales y psicológicas que pueden mejorar nuestro humor y rendimiento.
Según un nuevo estudio científico, el aprendizaje musical también tiene un gran beneficio a nivel del crecimiento cerebral.
La música y el desarrollo cerebral en jóvenes

Varios estudios han demostrado que la música es muy beneficiosa para niños que sufren de desordenes mentales como lo es el autismo.
Por esta razón, un grupo de investigadores del Hospital Infantil de la Ciudad de México se propuso determinar más específicamente qué cambios suceden en el cerebro durante el aprendizaje de música.
Para ello trabajaron con 23 niños sin ningún desorden mental, entre 6 y 7 años de edad y que no presentaban ninguna exposición previa a clases de música. Durante 9 meses, utilizaron una técnica avanzada de imagen por resonancia magnética para observar los cerebros en un momento previo y posterior a clases de música.
Los científicos se enfocaron en estudiar los cambios observados en la materia blanca, que es la región del sistema nervioso central que está compuesta de fibras nerviosas cubiertas por mielina.
Esto se debe a que estudiar los cambios que se generan en las conexiones de los axones en estas regiones permite determinar si los niños tienen problemas o mejoras en el desarrollo del cerebro.
Estudiar música: una experiencia positiva a nivel cerebral

El estudio reveló que las conexiones entre los axiones mejoran luego de 9 meses estudiando música. A su vez, la moléculas de agua que se mueven a lo largo de las fibras, demostraron ser más ágiles en sus movimientos y las fibras en sí resultaron más largas. Estos cambios son realmente significativos considerando el corto tiempo que se realizaron las medidas.
Según los científicos, lo que sucede es que cuando un niño estudia música, su cerebro se encarga de realizar una gran cantidad de actividades, como por ejemplo tareas auditivas, motoras, cognitivas, sociales y emocionales.
Todas estas actividades cerebrales activan distintas regiones del cerebro, entonces el cerebro necesita realizar más conexiones y por esta razón mejora en su desarrollo.
La conclusión de este estudio es que, por más simple que sea, aprender música a una edad temprana contribuye a un mejor desarrollo del cerebro, optimizando la creación y el establecimiento de los axiones.
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