Debemos comenzar por aclarar que no está confirmado, pero los rumores, que están circulando desde hace ya unos meses, son cada vez más fuertes y parecería que lo único que detiene el anuncio es la extrema precaución ante la potencialidad de un acontecimiento tan importante.
Es posible que se hayan descubierto ondas gravitacionales y los físicos no pueden contener su emoción
Por:Univision
De confirmarse, sería uno de los mayores hitos en la historia de la física, sin dudas el más importante de las últimas décadas. Estamos hablando del tipo de descubrimiento que pueden poner a un científico en la lista definitiva para recibir un Premio Nobel. Pero, ¿qué son las « ondas gravitacionales»? ¿Cómo las descubrieron y por qué tanto alboroto? Sigue leyendo para descubrirlo.
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Un fenómeno escurridizo
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Teóricamente, las ondas gravitacionales fueron descubiertas un siglo atrás, nada más ni nada menos que por Albert Einstein. La noticia se debe a que el físico alemán las predijo, pero jamás pudo probar su existencia. Desde entonces, la física ha intentado confirmar la teoría de Einstein, pero hasta ahora (potencialmente) no se había logrado.
Las ondas gravitacionales son curvaturas en el espacio-tiempo causadas por eventos explosivos en el universo. Así como un terremoto provoca ondas sísmicas que se propagan por nuestro planeta, las gravitacionales se propagan por el universo. El problema es que, a medida que se alejan de su «foco», de cierta manera estas ondas pierden «fuerza» y su detección se hace más difícil.
Si se lograra, sin embargo, sería otra importable prueba a favor de la teoría general de la relatividad y su estudio podría arrojar pistas sobre los orígenes de nuestro universo.
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La búsqueda
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En 1997 se formó un proyecto llamado « Colaboración científica LIGO» con el propósito de identificar estas ondas gravitacionales. En los últimos años, este grupo de científicos terminó y puso en funcionamiento dos observatorios diseñados para realizar esta detección.
Ubicados en los Estados Unidos, se basan en la idea de que cuando estas ondas interactúan con la materia la comprimen en una dirección y estiran en otra. Ambos observatorios cuentan con un interferómetro compuesto por dos «brazos» en forma de L. Mediante espejos y láseres, el interferómetro mide posibles cambios en las dimensiones de estos brazos que podrían corresponder a la acción de una onda gravitacional.
La clave del experimento radica en no confundir movimientos que podrían haber sido provocados por otros fenómenos, aquellos que los científicos denominan «ruido», con los causados por estas ondas. Esta distinción lleva a que todo dato, por promisorio que parezca, deba ser analizado al detalle antes de realizar anuncios apresurados respecto a un posible descubrimiento de esta magnitud.
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La gente anda diciendo
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Esta precaución, sin embargo, no ha evitado que, desde el comienzo de su funcionamiento, hayan circulado varios rumores sobre el éxito del experimento. Este año los rumores parecen estar más vivos que nunca. De hecho, muchos colocaron el descubrimiento de estas ondas entre los hitos más probables para la física durante el 2016.
De forma un tanto inesperada, el último de estos rumores surgió en la red social Twitter. Todo comenzó con este tuit de Lawrence Krauss, un popular físico basado en la Universidad Estatal de Arizona, quien además es autor de varios libros de ciencia popular.
My earlier rumor about LIGO has been confirmed by independent sources. Stay tuned! Gravitational waves may have been discovered!! Exciting.
— Lawrence M. Krauss (@LKrauss1) January 11, 2016
En este tuit, que generó un revuelo en la comunidad científica, asegura que el descubrimiento habría sido confirmado po r científicos independientes, es decir, ajenos al LIGO. Este sería un paso enorme en la confirmación del hallazgo. Sin embargo, fuentes oficiales han pedido cautela y aseguran que necesitan más tiempo antes de poder hacer cualquier tipo de anuncio.
Por ahora, entonces, habrá que seguir esperando, pero este gran descubrimiento parece estar más cerca que nunca y, como amantes de la ciencia, nosotros tampoco podemos contener nuestra emoción.
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