Las piedras de Callanish y las Rocas de Stenness son monumentos tan intrigantes como misteriosos que están formados tan solo por piedras largas. Son monumentos prehistóricos que se localizan en Escocia (Reino Unido), en la costa oeste de la isla de Lewis (Islas Hébridas Exteriores) y en las islas Orcadas, respectivamente. Se cree que fueron construídos entre 3000 y 2900 a. E. C.
Equipo científico descubre la increíble explicación de la alineación de las piedras de estos monumentos prehistóricos

Analizando los círculos de piedras

Por primera vez, en Australia, un equipo de investigación obtuvo pruebas de que estos monumentos fueron minuciosamente construidos en forma circular y en esta exacta localización hace 5000 años con el propósito de alinearlos con los movimientos del Sol y la Luna.
El líder de este proyecto, Gail Higginbottom de la Universidad de Adelaide explicó que «nadie antes realizó con estadísticas que estos círculo de piedra fueron construidos con un fenómeno astronómico en mente, eran simplemente suposiciones».
Sin embargo, esta investigación demostró que los antiguos bretones conectaban la Tierra al cielo con estas piedras, y esta práctica continuó durante 2000 años.
La posición del Sol y de la Luna

El equipo comenzó por crear un modelo 3D de los monumentos circulares y de los alrededores y vincularlos con los fenómenos astronómicos que se darían alrededor.
Con esto, descubrieron que ambos sitio comparten una relación entre la astonomia y la disposición de los monumentos. Además, descubrieron que las Rocas de Stenness fueron construidas exactamente al revés de las piedras de Callanish. De hecho, teniendo en cuenta sitios próximos a estos, los científicos se percataron de que la mitad de los sitios seguía una patrón mientras que la otra mitad seguía el reverso de ese patrón.
Para determinar la posición del Sol y de la Luna en dicha época, los creadores de los monumentos debieron usar una esfera celeste. A grandes rasgos se trata de una esfera concéntrica al globo terrestre en el cuál se proyectan los astros y permite representar las direcciones en que se pueden encontrar los objetos celestes. En la astronomía durante siglos se ha utilizado esta esfera para rastrear los movimientos constantes de las estrellas y los planetas.
Luego, los investigadores utilizaron una medida estadística que les permitió comparar la dirección de los sitios con la dirección de los fenómenos astronómicos. Al combinar estos resultados con los modelos, encontraron que los monumentos parecerían haber sido construido en base a la astronomía. En número, las posibilidades de esto fueron de 97,87 % para las Rocas de Stenness y 97,87 para las piedras de Callanish.
Por lo tanto, según este estudio, los seres humanos prehistóricos en Escocia lograron, con sus monumentos de piedras circulares, reflectar los movimientos tan complejos de la Luna y el Sol.
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