En Rusia los zorros fueron domesticados en tan solo 50 años de investigación

Los zorros son animales mamíferos omnívoros que pertenecen a la familia Canidae. El término correcto es vulpinos, que proviene del nombre de la tribu Vulpini. Se caracterizan por tener un cuerpo mediano o chico, un hocico largo, orejas triangulares y un cuerpo comprimido. Estos animales se localizan en todos los continentes, pero se encuentran en Europa y América del Norte, en particular el Vulpes vulpes que es comúnmente llamado zorro rojo.

PUBLICIDAD

La compostura de los zorros es similar a la de un perro doméstico, pero son más chicos de tamaño. La gran diferencia reside en que en general los zorros nunca fueron domesticados ya que suelen ser muy precavidos al contacto con seres humanos.

Pero en los años 50, el genetista ruso  Dmitry Belyaev comenzó un proceso de domesticación del zorro que buscó replicar el proceso de domesticación de los perros. 

La domesticación de los animales

Imagen Shutterstock

La domesticación de cualquier animal suele suceder a lo largo de mucho tiempo siguiendo la técnica de reproducción selectiva. En la misma se busca siempre obtener determinados caracteres en la especie que representan un beneficio para el ser humano. Por ejemplo, los perros fueron domesticados hace ya miles de años para servir como compañeros del ser humano. 

En el caso de los zorros, las personas que intentaron anteriormente domesticarlos siempre reportaron que al animal tiene un lado terco y salvaje que no desaparece con facilidad. 

Sin embargo, tras varias décadas de selección artificial, el genetista ruso logró obtener zorros con gran ternura y amabilidad hacia el ser humano. 

La domesticación de los zorros

Imagen iStock

Para comenzar con el proceso de domesticación, Belyaev eligió una serie de zorros con un mayor tolerancia hacia el ser humano y fueron enviados al laboratorio en la ciudad de siberiana, Novosibirsk en Rusia. En el mismo fueron utilizados la base del proceso de domesticación.

PUBLICIDAD

Los animales se reprodujeron y aquellos que demostraron tener una mayor tolerancia al ser humano eran apareados, mientras que el resto eran sacrificados para utilizar sus pieles y aliviar una gran necesidad vital del ser humano. Ese tapado hermoso hecho de pieles de zorro.

Este proceso fue repetido durante 50 años y, al cabo de unas generaciones, los zorros comenzaron a evidenciar una pérdida considerable de ese lado salvaje y desconfiado hacia el ser humano. Al cabo de la cuarta generación, los animales mostraron rasgos del carácter similares a los perros domesticados. Por ejemplo, meneaban la cola, eran receptivos a las caricias, gemían para expresar cariño y lamían a las personas. Además de esto, la novena generación tuvo cambios morfológicos, principalmente en las orejas, el pelaje y la cola. 

Actualmente, los zorros siguen en el proceso de domesticación y algunos son vendidos como mascotas para ayudar con los costos de la investigación. A pesar de que el investigador Belyaev murió en 1985, su programa sigue vigente y ha demostrado ser un éxito en la investigación. Pero ¿es esto necesario? ¿Para qué queremos domesticar zorros? 

Te recomendamos estos artículos a continuación: