El video que se hizo viral y la banalización del acoso callejero

Como ya te contamos, una joven argentina denunció hace pocas semanas a través de un video en Facebook que unos trabajadores de la construcción la habían acosado verbalmente cuando salía de su casa. Por lo crudo del relato en primera persona y por las experiencias que la joven, Aixa Rizzo, contó en el video -entre otras cosas, que no habían querido tomarle la denuncia-, su testimonio fue levantado por varios medios de comunicación que hicieron eco de lo sucedido.

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Uno de esos medios fue el programa de televisión Duro de Domar que, a través de un “ informe” que emitió el pasado 8 de abril, banalizó los dichos de Rizzo al punto de parodiar los abusos que recibió y adornar su discurso con imágenes sexistas que nada tenían que ver con lo que ella contaba.

Es decir que, además de la gravedad del acoso callejero que a Rizzo le tocó vivir -y que lamentablemente nos toca vivir a las mujeres casi todos los días cuando salimos a calle-, minimizaron sus experiencias a través de un informe denigrante de televisión y se la humilló públicamente una vez más.

Esto es lo que llamamos violencia mediática de género. Un tipo de violencia contra las mujeres que parece muy sutil pero que en verdad no lo es. Se trata de imágenes o mensajes transmitidos por los medios de comunicación que humillan o atentan contra la dignidad de las mujeres, y que muchas veces utilizan la parodia y el humor para simplificar o minimizar abusos.

En este caso puntual, Rizzo no sólo fue víctima del acoso callejero que recibió -y de las posteriores negativas de las autoridades a tomar su denuncia- sino que también tuvo que ser víctima de la burla y la humillación durante el programa de televisión que reprodujo su testimonio.  

Imagen Thinkstock

Este es sólo un ejemplo dentro de los miles con los que podemos toparnos todos los días si encendemos la televisión o prendemos la radio. Porque la violencia de género también se cristaliza en los discursos mediáticos, y es por eso que debemos estar muy atentas al tratamiento que se hace de nuestras experiencias o vivencias, ya que este tipo de discursos contribuyen a sostener la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres.

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El caso de Rizzo se suma a otros videos que algunas jóvenes decidieron empezar a grabar y subir a Facebook luego de haber sufrido experiencias traumáticas o desconcertantes en la vía pública, quizás como formas autónomas y directas de tomar la palabra sin ser tergiversadas o humilladas por los medios.

María Celeste Cardillo, por ejemplo, contó hace unos días que fue drogada en un colectivo y quedó mareada durante varias horas después de que alguien le apoyó la mano con fuerza en la espalda, y  Denise Pizzi contó en otro video en Facebook que le sucedió algo similar cuando estaba esperando el colectivo en una parada.

Estemos alerta. Tengamos el Radar Feminista siempre prendido. El abuso hacia las mujeres es inadmisible en cualquiera de sus formas. Y ya que es una parte esencial de la opresión de género, se manifiesta tanto verbal como física, psicológica y mediáticamente. Una de las maneras de combatirlo quizás sea ésta: alzar nuestra voz y compartir nuestras historias y miedos sin recurrir a intermediarios.

Si sufrís o sufriste algún tipo de violencia de género, podés llamar desde Argentina al número 144 que está activo las 24 horas y te puede brindar asistencia los 365 días del año.

Estudié Comunicación en la Universidad de Buenos Aires y me posgradué en Comunicación y Género. Publiqué dos libros de ficción y trabajo como redactora y consultora en comunicación. Soy feminista y creo que los medios pueden cambiar el mundo.

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