El Vaticano prohibió conservar las cenizas de un difunto tras su cremación

Si eres católico y conservas en tu casa una urna con las cenizas de un amigo o familiar, al menos debes saber que estás yendo en contra del nuevo mandato del Vaticano, emitidas el pasado martes. Para las máximas autoridades de esa religión, preservar las cenizas en un lugar que no es sagrado es una ofensa, y únicamente deben estar en cementerios, iglesias, o espacios de esa índole.

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Son muchos quienes por voluntad propia o como último deseo del difunto guardan los restos humanos tras la cremación en espacios privados como el propio hogar, especialmente cuando el entierro es una práctica que lentamente cae en desuso. Sin embargo, la religión también tiene reglas para estas "nuevas prácticas" (no tan nuevas, de hecho...), que quizás se opongan a lo que muchos podrían considerar normal.

Pero no solo se han mostrado en contra de la posesión de estas urnas, sino que también invitan a sus fieles a terminar con prácticas como el esparcimiento de cenizas en lugares públicos, sea por aire, tierra o en el agua.

Para muchos que no pertenecen a esa creencia religiosa, se trata simplemente de algo desubicado o hasta aberrante, y en parte así también lo considera el cardenal  Gerhard Ludwig Müller, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Para efectivamente estar en posesión de una urna de cenizas la persona deberá contar con un consentimiento especial de un oficial religioso, que lo otorgará solamente si lo considera necesario y pertinente. Mientras tanto, el Vaticano predica la famosa frase "venimos de la tierra, y a ella volvemos", y hace público este nuevo comunicado de cara al inminente día de todos los santos.