A los 21 años, uno de los estudiantes genio de la Universidad de Oxford, contrae esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa que provoca la parálisis motora del organismo. Lejos de rendirse a los pies de este transtorno, Stephen Hawking cumplió con su palabra y se convirtió en uno de los científicos más importantes de los últimos años. Sus investigaciones acerca de las singularidades atemporales y la predicción de la radiación de agujeros negros, entre otros, contribuyeron a un enorme aporte a la ciencia así como a debates y discusiones eternas.
El último mensaje de Stephen Hawking, antes de su muerte: «La ciencia está en peligro»

Luego de luchar más de 50 años con ELA, en marzo pasado, inesperadamente, Hawking se fue de este mundo aunque nos dejó un legado inigualable y un último libro, claro.

Su hija, Lucy Hawking, fue la encargada de presentar en Londres «Brief answers to the big questions» (Respuestas breves a grandes preguntas, en español), el trabajo póstumo de su padre, y, junto a otros intelectuales, reflexionaron acerca de los mensajes del científico.
Las últimas palabras de Stephen Hawking
En primer lugar, Hawking dejó muy claro que la educación y la ciencia corren el mayor de los peligros en este mundo. Por un lado, subrayó que la ciencia afronta enormes problemas que aún no encuentran solución alguna. El cambio climático, la deforestación y la sobrepoblación son algunos de ellos. A través de un audio grabado antes de su fallecimiento, Hawking indicó que no hay futuro si continuamos «destruyendo» nuestro medio ambiente: «Estamos en peligro de llegar a ser culturalmente aislados e insulares y cada vez más alejados de donde se está haciendo el progreso».

Asimismo, Hawking se tomó unos minutos para analizar cómo la situación social y política influiría en un futuro para nada prometedor. Para él, la elección de Donald Trump en Estados Unidos y la votación del Brexit (salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) ha generado una revuelta mundial que indefectiblemente afecta al campo científico. En este mismo sentido, incitó a los más jóvenes a que no se rindan, que participen, que se pregunten por qué pasa lo que pasa en este universo y ayuden a cambiarlo.
Por último, aseguró que la inteligencia artificial de la mano de lo que se denomina «superhumanos» no tardará en formar parte definitivamente de nuestra vida: «Estoy seguro de que durante este siglo, la gente descubrirá cómo modificar tanto la inteligencia, como los instintos y la agresión. Y si la raza humana logra rediseñarse, probablemente se extenderá y colonizará otros planetas y estrellas», admitió.
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