El mundo está expectante ante la proximidad de las elecciones presidenciales estadounidenses y el fin de una campaña electoral que ha sido extravagante e inquietante.
El reconocido filósofo Slavoj Zizek dice que Hillary Clinton es peor que Trump

El sentido común indica que lo mejor que puede pasar es que Donald Trump, un candidato que ha dado muestras de ser misógino, racista, xenófobo, peligroso y que no parece reunir los conocimientos, aptitudes y capacidades necesarios para liderar una de las grandes potencias mundiales, pierda la elección.
- Ver también: una nueva encuesta da a Trump por encima de Clinton
Hillary Clinton, que tiene su faceta igualmente desagradable y poco simpática, especialmente en su papel durante la secretaría de Estado y la intervención militar estadounidense, al menos parece ser competente, tener propuestas consistentes y cierto interés en mejorar las vidas de los ciudadanos menos privilegiados de su país.
Slavoj Zizek, el filósofo esloveno que se ha convertido en una suerte de celebridad mundial gracias a sus distintivos análisis de la cultura pop desde una perspectiva marxista-lacaniana y un enfoque en la ideología, es una de las figuras más destacadas de la izquierda académica, pero se ha caracterizado por desafiar conceptos y teorías tanto de la derecha como de la izquierda.
Crítico del capitalismo y del neoliberalismo pero también de la corrección política y la ortodoxia de la izquierda tradicional, la opinión de Zizek ha resultado generalmente controversial.
Así que para no perder la costumbre, ahora dio una entrevista al Channel 4 británico, en la que rompe con la tendencia general de intelectuales y figuras de la cultura apoyando a Clinton y despreciando a Trump.
Según Zizek, Hillary Clinton es “más peligrosa” que Donald Trump:
Este es su argumento:
Me aterroriza Trump, pero simplemente pienso que el verdadero peligro es Clinton. ¿Por qué? Porque ha construido una coalición que incluye todo que resulta imposible. ¿Recuerdas cuando Bernie Sanders manifestó su apoyo a Hillary? Trump dijo que era como si alguien del movimiento Occupy Wall Street apoyara a los Lehman Brothers, y estoy completamente de acuerdo con Trump en eso. En toda sociedad hay toda una red de reglas no escritas, de cómo funciona la política y de cómo se construye consenso. Trump alteró esto. Si Trump gana, los dos grandes partidos, demócratas y republicanos, tendrán que volver a las bases, repensarse a sí mismos, y tal vez algo suceda en todo eso. Esa es mi última y desesperada esperanza, que si Trump gana... mira, Estados Unidos no será un estado dictatorial, no va a introducir el fascismo, pero puede ser una especie de gran despertar, un llamado de atención para el sistema político, que puede desencadenar nuevos procesos. Soy muy consciente del peligro que esto significa, no solamente por todos estos grupos de supremacía blanca. Trump lo dijo él mismo, hay reportes de esto, sabes lo importante que es la Corte Suprema en EE.UU., Trump dijo que nominaría solamente a personas de derecha... así que sí, hay peligros. Pero me preocupa que Hillary representa esta inercia absoluta, que es más peligrosa todavía, porque ella es una guerrera calculadora, conectada con los bancos, fingiendo ser socialmente progresista.
La posición de Zizek, fiel a su identificación con el radicalismo político, aboga por una elección que cambie el sistema político estadounidense desde su raíz, desde las bases institucionales y estructurales que generan condiciones de opresión y desigualdad propias del capitalismo, del que Hillary Clinton es la más cabal representante, incluso si en la superficie su discurso es inclusivo y progresista.
En este sentido, su triunfo sería continuista, y el de Trump un sacudón, una irrupción que altera las cosas profundamente.
El problema son esos peligros que menciona, que mientras esperamos por el cambio radical pueden ir perjudicando realmente a muchas personas.
Parecería necesario buscar otras soluciones para cambiar el sistema político estadounidense, atenuar sus prácticas militares e imperialistas, su papel en la economía mundial y sus estructuras capitalistas, sin que el proceso implique a alguien como Donald Trump en la Casa Blanca.






