El radical Partido Pirata podría llegar al poder en Islandia

Desde hace mucho tiempo ya que las democracias en todo el mundo han mostrado una innegable fascinación por cualquier candidato o partido que represente una ruptura en el modelo de la política convencional, cualquiera que no sea parte del establishment o que no pertenezca a la clase política tradicional.

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El fenómeno Donald Trump tiene sin dudas algo de esto, pero también esas historias que solemos escuchar: una celebridad, alguien del mundo del entretenimiento o del deporte o cualquier ámbito ajeno a la política lanza su candidatura —en principio casi como un chiste o una sátira— y termina recibiendo un gran apoyo popular.

En Islandia, este fenómeno ha llevado al Partido Pirata a encabezar las encuestas. 

Este partido radical fue fundado hace cuatro años por activistas de internet y hackers, inicialmente como parte del movimiento internacional anti-copyright.

En 2013 se presentó por primera vez a las elecciones parlamentarias en Islandia, y obtuvo el 5.1% de los votos, superando así el mínimo exigido (5%) para obtener representación parlamentaria. Así, por primera vez 3 miembros del Partido Pirata se convirtieron en parlamentarios en Islandia.

Desde entonces, el apoyo al Partido Pirata ha ido en ascenso.

Días atrás, una encuesta de opinión realizada por la Universidad de Islandia, determinó una intención de voto de 22.6% para el Partido Pirata en las elecciones generales.

Esto lo ubica primero, un punto y medio porcentual por encima del Partido de la Independencia, una coalición de centro-izquierda que gobierna actualmente, junto al Partido Progresista.

Los líderes del Partido Pirata negaron la posibilidad de hacer una alianza con los partidos en el poder, pero manifestaron su voluntad de lograr alianzas con cualquier partido que comparta su intención de un “cambio fundamental en el sistema”.

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Los analistas prevén que el Partido Pirata obtenga entre 18 y 20 miembros en el parlamento, de los 63 en total, convirtiéndolo en el de mayor representatividad, de una contienda que cuenta con 5 partidos en la oposición.

La líder del partido es Birgitta Jónsdóttir, una feminista de 49 años que además es poeta, artista y ex colaboradora de Wikileaks.

Jónsdóttir ha dicho que no tiene interés en ser Primer Ministro de Islandia, basándose en la estructura horizontal que mantiene el partido, sino que su interés es acabar con el sistema político al que ven como extremadamente corrupto.

Precisamente, una de las claves para el aumento del apoyo popular al Partido Pirata fueron los Panama Papers, que desencadenaron una crisis política en el país cuando el Primer Ministro David Gunnlaugsson (del Partido Progresista), que aparecía como uno de los implicados en el caso, fue obligado a dimitir.

Las elecciones adelantadas del próximo sábado fueron originadas por la dimisión del Primer Ministro. La plataforma electoral del Partido Pirata aboga por la democracia directa, la participación ciudadana, una total transparencia en el gobierno y la descriminalización de las drogas, entre otras reivindicaciones generales asociadas a la política pirata (defensa de los derechos civiles y sociales, reformas al copyright, libre acceso al conocimiento, acceso igualitario a internet, neutralidad en la red).

Entre las reivindicaciones que han realizado anteriormente se destacan el apoyo a la revista Charlie Hebdo y a la libertad de expresión tras el ataque terrorista del que fue víctima la publicación (que llevó al Partido Pirata a proponer un cambio en leyes sobre “blasfemia” que rigen en el país desde 1940) y el apoyo a Edward Snowden, promoviendo una ley para darle la ciudadanía islandesa, que no recibió el apoyo suficiente en el parlamento.

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