El peor adversario de Muhammad Ali sigue dando pelea (aunque tiene fuertes oponentes)

Corría el año 1967 en Cleveland, Estados Unidos. Sumidos en un contexto de discriminación y segregación racial, los principales atletas afroamericanos del país manifestaron su apoyo al boxeador Muhammad Ali, quien se enfrentaba a un juicio y posible encarcelamiento por negarse a participar de la Guerra de Vietnam. ¿Por qué es tan importante este evento? Entre otras cosas, porque cincuenta años después, los jugadores de la NFL quieren replicarlo.

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Un triste antecedente

A Walter Beach, jugador de los Boston Patriots, le tocó vivir en 1962 un evento que ilustra a la perfección el racismo presente en el deporte en la época. Cuando a su equipo le tocó jugar en Nueva Órleans, a Beach le ofrecieron alojarse según se acostumbraba en la época: los jugadores negros se quedarían en un motel cuyo propietario también era afrodescendiente, mientras que los atletas blancos se alojarían en un hotel a dos millas de distancia. Para evitar pasar por esta humillante situación, Beach planteó una alternativa: llegaría en un vuelo el mismo día del partido y se iría ni bien este terminase. ¿La respuesta? Un solo vuelo, a su casa.

Fue en ese contexto que el boxeador Muhammad Ali se negó a participar de la Guerra de Vietnam. Sus motivos eran múltiples. Por un lado estaban sus creencias religiosas pacifistas. Ali se había convertido al islam, por lo que abandó el nombre Classius Clay. Y por otra parte se encontraba su compromiso social. El boxeador creía que la Guerra de Vietnam no era más que otra forma en la que el gobierno estadounidense ejercía su violencia contra otros países, de la misma manera que a la interna lo hacía con los afroamericanos.

La historia de un hito

Sin embargo, no todo estaba decidido cuando los atletas se reunieron en Cleveland en lo que más tarde daría en llamarse el « Ali Summit». Muchos asistieron con la esperanza de convencer a Ali de que aceptara el acuerdo que se le había ofrecido: hacer exhibiciones de boxeo para las tropas en Vietnam. A cambio, evitaría el juicio en su contra. También se dice que algunos deportistas se beneficiarían económicamente de convencer a Ali.

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No obstante, cuando vieron que el boxeador no cedía y que sus creencias religiosas eran verdaderas, los atletas lo apoyaron, hartos del racismo del que eran víctimas los deportistas afroamericanos. La fotografía de la reunión, que se llevó a cabo en las oficinas de la Negro Industrial Economic Union y de la que también participó Carl Stokes, quien más adelante se convertiría en el primer alcalde negro de Cleveland, se convirtió en un símbolo de resistencia afroamericana.

De los 60 a la actualidad

Imagen Getty Images

Cincuenta años más tarde, los jugadores de la liga de fútbol americano NFL continúan la lucha de estos atletas. Aunque los reclamos han cambiado, su propósito es esencialmente el mismo: la lucha por una sociedad más justa y equitativa. La protesta #TakeTheKnee, iniciada por el mariscal de campo Colin Kaepernick, consiste en arrodillarse cuando suena el himno estadounidense en protesta contra la brutalidad policial racista. La iniciativa se inscribe en el movimiento Black Lives Matter, que constantemente toma las calles del país norteamericano para recordarnos algo tan básico como que los afroamericanos también gozan del derecho humano más esencial, el derecho a la vida.

El impulso y su freno

Así como en los 60, la lucha no ha sido fácil: Kaepernick actualmente no juega en ningún equipo de la NFL y demandó a la liga porque considera que esto es una consecuencia directa de su protesta y la polvareda que levantó.

Una vez más, como en el caso de Ali, la lucha contra el racismo y el patriotismo se encuentran. Mientras a Ali se lo consideraba un traidor por no defender a su país en la guerra, a Kaepernick se lo acusa de exactamente lo mismo por arrodillarse durante el himno. El mismísimo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, protagonizó un episodio en Twitter en el que insultó a los jugadores y pidió su despido.

Sin embargo, los improperios de Trump no hicieron más que reavivar las manifestaciones. Los ciudadanos tomaron las calles en defensa de Kaepernick, muchas veces con su camiseta. En la actualidad, la camisa de Kaepernick es la más vendida de toda la liga a pesar de que él no esté en actividad en este momento. Y es que el motivo tiene mucho más que ver con la lucha contra el racismo que con el fútbol.

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¿Un nuevo Ali Summit?

Por otra parte, Russell Okung, jugador de los L.A. Chargers, escribió una carta abierta a sus compañeros de la NFL en la que propone reproducir el Ali Summit. En la carta, el atleta confiesa que cuestionó los métodos de la protesta de Kaepernick, pero reconoce que estaba equivocado:

«Ahora no tengo dudas de que lo que hizo la temporada pasada fue un acto valiente, profético y lleno de autosacrificio que cautivó a la nación e inspiró un poderoso movimiento. Si tuviera su número de teléfono, se lo diría».

Además, Okung les pide a sus colegas dejar de lado la competitividad inherente al deporte para unirse frente a una causa mayor.

El racismo en números

Imagen Getty Images

Según el sitio Mapping Police Violence, en Estados Unidos las personas afroamericanas tienen tres veces más posibilidades de morir en manos de la policía que las blancas. Además, el 26 % de las personas asesinadas por la policía eran afroamericanas, mientras solamente el 13 % de la población de Estados Unidos es afrodescendiente.

Solo queda esperar que finalmente tomemos consciencia de esta problemática y que, en cincuenta años, nadie tenga que escribir un artículo diciendo que esta lucha continúa vigente.