El escándalo entre el expresidente Bill Clinton y Monica Lewinsky es uno de los más recordados en la historia moderna de los Estados Unidos. Ella era interna en la Casa Blanca cuando tuvo un romance con el mandatario, quien ya estaba casado con Hillary Clinton. Lewinsky fue etiquetada como "la fácil", "la otra". Pero la verdad está lejos de esta simple reducción, como también le sucedió a Angelina Jolie. Además, ¿por qué Bill Clinton no sufrió un juicio público de la misma magnitud que ella?
El mensaje con el que Monica Lewinsky rompió el silencio tras su escándalo te llegará al corazón
Por:Lilian Pérez
Durante 1995 y 1996, Clinton y Lewinsky mantuvieron una relación secreta. Él tenía 49 años y ella, 22. En el 88 fue cuando la noticia se dio a conocer y se propagó en los medios. Monica no compartió su experiencia ni sus sentimientos hasta una década después. Pero fue hasta 2015, en un evento de Forbes cuando narró su vivencia con el fin de evitar que otros sufran lo mismo que ella.
Un fenómeno sin precedentes
Monica Lewinsky se considera a sí misma como el primer caso de bullying cibernético a gran escala. La ahora activista reconoce su error: se enamoró de su jefe, algo que le podría suceder a cualquiera. La única diferencia radicó en la posición de poder del sujeto de su amor.
Su equivocación coincidió con la entrada de los medios de comunicación a la era digital. Dicha historia fue leída al instante, alrededor del mundo y todos pudieron comentar al respecto. Por eso ahora bromea con la idea de que ella debe ser la única persona en el mundo que no desearía volver a ser joven y tener 22 años de nuevo.
El acoso en línea crece con una velocidad alarmante, y Monica fue una de las primeras personas que lo experimentó. Era joven y se enfrentó a un nuevo escenario humillante y doloroso, mientras miles de ojos la juzgaban al momento. En una plática de TED, dijo:
«Era vista por muchos, pero conocida por pocos. Y lo entiendo, era fácil olvidar que esa mujer era dimensional, tenía un alma y alguna vez no estuvo rota. [...] En 1988 perdí mi reputación y mi dignidad. Lo perdí casi todo, y casi perdí mi vida».
Cero tolerancia a la humillación
Por esta razón, ahora Lewinsky se dedica a hablar sobre el bullying digital y sus terribles consecuencias. En 2010, Tyler Clementi (un estudiante universitario) cometió suicidio después de que fuera grabado sin su consentimiento durante un momento íntimo con otro hombre. Con apenas 18 años, el acoso terminó con su vida.
La madre de Monica quedó muy afectada con la noticia, y su hija también cuando comprendió la dolorosa reacción de su progenitora:
«Eventualmente me di cuenta de que ella estaba reviviendo 1988. Vivimos un tiempo en el que se sentaba en mi cama cada noche, vivimos un tiempo en el que me hacía bañarme con la puerta del baño abierta, y vivimos un tiempo en el que mis dos padres temían que sería humillada hasta la muerte. Literalmente».
El cyberbullying incrementa a más del doble la probabilidad de que un adolescente se lastime a sí mismo o recurra al suicidio. Cada vez es más común que las fotos privadas de las celebridades se filtren en Internet, para ganar atención a costa de la intimidad y el autoestima de alguien más.
No sólo se trata de evitar comentarios innecesarios y desagradables para degradar a alguien. También en dejar de leer y ver contenidos de medios que se dedican a ganar dinero a través del amarillismo y la difamación.
Pongámosle un alto a la cultura de la humillación.
«Hablamos mucho acerca de nuestro derecho de libertad de expresión, pero necesitamos hablar más de nuestra responsabilidad con la libertad de expresión. Todos queremos ser escuchados, pero reconozcamos la diferencia entre hablar con intención y hablar por atención. «El Internet es la autopista de la identificación. Pero en línea, mostrar empatía con los demás nos ayuda a todos a crear un mundo mejor y más seguro. Necesitamos comunicarnos en línea con compasión, consumir noticias con compasión y dar clic con compasión. Sólo imagina caminar una milla con el titular de alguien más».
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