Alepo ha sido considerada «la Stalingrado de Siria», por ser el escenario principal de la guerra civil en ese país y el lugar en el que se viene dando desde hace años ya la batalla más brutal y sangrienta entre la oposición y las fuerzas del gobierno, originada por la importancia de la ciudad en términos de posición estratégica y poder económico.
El hombre de Alepo que se quedó a cuidar los gatos abandonados por la guerra

El escenario en Alepo es apocalíptico, y la ciudad está hundida en la destrucción y la desesperación.
Esta batalla ha dejado como saldo cientos de miles de evacuados, pero hay una persona que, a pesar de los peligros que representa, ha permanecido en la ciudad para llevar a cabo una noble y necesaria tarea. BBC News dio a conocer la historia de Mohammad Alaa Jaleel, el hombre que se encarga de cuidar los gatos que quedaron abandonados tras la guerra.
“Cuando la gente se fue, los gatos comenzaron a venir conmigo” explica Mohammad, que recibió gatos callejeros o gatos que se quedaron sin dueños y que llegaron al lugar tal vez percibiendo que allí había algo que se podría llamar hogar.
Otras personas, sabiendo que a Mohammad le gustan los gatos, le llevaron sus mascotas antes de irse de la ciudad.
Al principio tenía entre 20 y 30 gatos a los que cuidaba y alimentaba, pero hoy, casi un año después, está a cargo de más de 100 gatos y posee un refugio para las mascotas.
Mohammad cuenta una anécdota:
“Una vez una niña pequeña me trajo su gata. Sus padres querían abandonar la ciudad así que vinieron aquí, porque sabían que teníamos un refugio. La niña había criado a la gata desde que era bebé, y me la dio llorando. Ahora yo le tomo fotos a la gata y se las envío a Turquía, donde vive con sus padres. Ella me pide ‘por favor, envíame fotos, la extraño’ y después me dice ‘prométeme que me la devolverás cuando regresemos’”
Mohammad dice también que todo el mundo está abandonando el país, incluso sus amigos, así que para él ahora los gatos son sus amigos. “Me quedaré con ellos sin importar lo que pase” concluye.
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