El fin de "pies secos, pies mojados": otro legado de Obama para que Trump no se salga con la suya tan fácilmente

La llegada de Donal Trump vaticina que muchas de las relaciones forjadas durante el gobierno de Barack Obama se romperán.

Con este panorama más que claro, en los últimos días de su presidencia, Barack Obama se comprometió con más de un objetivo para no dejarle el camino tan fácil a Donald Trump. Sí, estamos hablando de la liberación de más detenidos de Guantánamo, la expulsión de diplomáticos rusos y, por sobre todo, del fin de la política “pies secos, pies mojados”.

¿En qué consiste esta última medida? En ponerle fin a una política que surgió en 1995, cuando Bill Clinton optó por frenar el flujo liberal de cubanos hacia Estados Unidos. Ahora bien, ¿de qué trata esa política y por qué ayuda al vínculo entre ambos países?

Vida en peligro y arduos caminos para entrar en Estados Unidos

La política a la que puso fin Barack Obama impedía el paso de los cubanos sin visa que llegaban por mar a Estados Unidos; esas personas no podían ingresar a ese país y eran deportados.

Esta política surgió en 1995, cuando a Estados Unidos llegaban numerosos cubanos en busca de un lugar para vivir. Era tan profusa su llegada que se decidió limitarla. Sin embargo, “pies secos, pies mojados”, invitaba a que muchos cubanos emprendieran largos viajes a pie por caminos peligrosos que podían conducirlos a la muerte. Eso sí, si llegaban a Estados Unidos, eran aceptados.

Igualdad, ante todo

“Estábamos diciéndole al resto del mundo que los cubanos eran diferentes”, expresó el demócrata Patrick Leahy de Vermont. Obama en un comunicado se dirigió en la misma línea: “Al dar este paso, estamos tratando a los inmigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a inmigrantes de otros países”.

Además, no dudó en destacar lo importante que fueron los cubanos para su país:

Así los cubanos comienzan una política de igualdad, por la que para ingresar a Estados Unidos necesitan una visa. Eso mejoraría la situación de ambos países: Cuba no sufriría tantas fugas de cerebros y de población. Estados Unidos podría controlar a su población y evitar tantos ciudadanos ilegales.

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Acuerdo de a dos

Esta decisión tomada por Barack Obama es una medida discutida con Cuba. Juntos están trabajando para mejorar sus relaciones. Mientras que Estados Unidos se compromete a aceptar solo aquellas personas que tienen visa, Cuba se compromete a recibir a aquellas personas que antes entraron de manera ilegal a Estados Unidos.

Desde Cuba consideraban que los viajes largos motivados por la política “pies secos, pies mojados” eran un riesgo para la salud de sus ciudadanos y que además significaba una gran fuga de profesionales. Es por eso que esta política -o fin de una política- significa tanto para Cuba, más que para Estados Unidos.

Barack Obama explicó que durante su presidencia siempre trató de que la calidad de vida de la población cubana mejorara, “proporcionándoles un mayor acceso a los recursos, la información y la conectividad con el resto del mundo”. A su vez agregó que el fin de la política es “una manera de asegurarse que los cubanos pueden disfrutar de la prosperidad, llevar a cambio reformas y determinar su propio destino”.

No más fugas de cerebros

No solo se ha puesto fin de manera inmediata a la política “pies secos, pies mojados”, también se ha eliminado el “Programa de Admisión Condicional para Profesionales Médicos Cubanos”. Con este programa se admitían a los médicos cubanos que querían irse a vivir a Estados Unidos. Pero por esta razón, Cuba se estaba quedando sin profesionales de la salud.

Si bien Barack Obama recibió bastantes quejas por esta medida en los últimos metros de su carrera, para Cuba el fin de la política es muy importante. Mi pregunta es: ¿a Trump le importará?

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