Por año se pierden o desperdician 1300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo. En nuestro continente, la cifra es de 127 millones. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esos alimentos podrían satisfacer las necesidades de 300 millones de personas. Es un problema de larga data en Latinoamérica y en todo el mundo, pero los países del continente se han puesto de acuerdo para reducir a la mitad las pérdidas y desperdicios de alimentos per cápita para 2025.
El desperdicio de alimentos en América Latina: un compromiso de todos

El problema endémico

Para generar conciencia y motivar a la acción, la FAO difundió datos sobre esta problemática a nivel mundial. Uno de sus objetivos en estos años es terminar o al menos reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
- 1300 millones de toneladas se desechan por año. Esto corresponde a un 1/3 de los alimentos que se producen.
- No solo implica una pérdida alimenticia, sino también monetaria: en los países industrializados el costo es de 680 mil millones de dólares; mientras que en los países en desarrollo, es de 310 mil millones de dólares.
- Los alimentos que más se desperdician son las frutas y verduras (entre el 40 % y el 50 % de estos alimentos son desechados).
- Según la FAO, con tan solo recuperar 1/4 de los alimentos desperdiciados, se podría alimentar a 870 millones de personas que padecen hambre.
¿Cuál es la diferencia entre perder y desperdiciar?

La FAO define a las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA) como «la disminución de la masa de alimentos para el consumo humano en cualquier punto de la cadena productiva».
No obstante, diferencia entre pérdida y desperdicio. El primero sucede «en la producción, poscosecha, almacenamiento y transporte», y es una problemática de los países en desarrollo; mientras que el desperdicio «ocurre durante la distribución y consumo, en relación directa con el comportamiento de vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta de comida y consumidores que deciden desechar los alimentos que aún tienen valor», y no solo es una problemática común en los países industrializados, sino que refiere a una cuestión cultural.
¿Qué se puede combatir esta problemática?

Por un lado es una cuestión política. Los gobiernos se han puesto de acuerdo para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2030, y uno de los puntos es la reducción en la PDA.
Por otro lado, hay organizaciones que se han creado para cambiar el rumbo de esos alimentos perdidos o desechados. VIX entrevistó a los coordinadores de la Red de Alimentos Compartidos ( Redalco) en Uruguay. Esta organización «salva» una tonelada de frutas y verduras por día y las reparte en diferentes organizaciones sociales que tienen vínculo con personas de bajos recursos.
Pero, además, podemos actuar desde nuestro hogar. La FAO creó un listado de consejos para reducir el desperdicio de alimentos. Y es que muchos de los alimentos se desperdician en el consumo final. Por año, los latinoamericanos desperdiciamos un promedio de 223 kg de alimentos per cápita.
- Servir pequeñas porciones: a la hora de servir un plato es aconsejable hacerlo en porciones chicas.
- Reutilizar: si sobra comida de un plato, se puede reutilizar en vez de tirarla a la basura.

- Comprar solo lo que se necesita: ¿cuántas veces abriste la heladera y tiraste un montón de frutas y verduras que ya no estaban aptas para el consumo? Eso sucede porque muchas veces compramos de más.
- Cambiar la cultura de la alimentación: muchas frutas y verduras no son compradas o consumidas por su aspecto. Desde Redalco se explicó, por ejemplo, que muchos boniatos no son comprados por su tamaño; o que algunas manzanas no son consumidas por su color amarillo (aunque estén aptas para comer).
- Donar el excedente: si no vas a consumir esos alimentos, puedes donarlos antes que tirarlos a la basura.
Estos son algunos de los consejos que puedes implementar en tu hogar para, todos juntos, lograr el objetivo de reducir a la mitad la PDA.






