El cristianismo se instaló en Islandia gracias a un volcán

Poco después de que las primeras poblaciones se asentaron en Islandia, una erupción volcánica causó estragos. Un grupo de la Universidad de Cambridge estudió las placas de hielo y también documentos históricos para establecer cómo se dio este fenómeno apocalíptico. Encontraron evidencia en un conocido poema medieval que describe el comienzo del cristianismo en Islandia.

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La erupción del Eldgjá en el siglo X no fue como la de otros volcanes, aunque tampoco es extraña en Islandia. Fue un mar de lava, una erupción prolongada que hizo surgir enormes cantidades hacia la superficie. Algo similar ocurrió en 2015, por lo que no es del todo raro.

Gracias al análisis en las capas de hielo se pudo establecer que la erupción sucedió en el año 939 y continuó en el 940. Entre las consecuencias estuvo una nube de polvo sulfuroso que se extendió por Europa. Los registros hablan sobre un Sol opaco y rojo, sin embargo, no hay registros directos de Islandia debido a que probablemente esa zona fue evacuada. 

¿Qué dice el poema?

Imagen Wikimedia Commons

Sin embargo, existe un registro en este famoso poema medieval. Habla sobre el fin de la adoración a los dioses paganos y la llegada de un único dios. Sin embargo, también nombra esa enorme erupción y la usa como ejemplo del pasaje al cristianismo.

Se titula Voluspá, « La profecía de la vidente» y fue escrito aproximadamente en el año 961. La descripción de la erupción, junto con el cielo oscuro, los veranos fríos y la época turbulenta es usada como símbolo de la muerte de los dioses. Esa oscuridad es el pasaje a la existencia de un solo dios. Está escrito de forma de estimular ese cambio, confirmado por los historiadores en el siglo XI, con la conversión al cristianismo. Así se da el Ragnarok, «el destino de los dioses», con fuego que cae en tierra y cielo, tal cual sucedió con el volcán. Es una profecía hecha realidad, según las personas de ese momento.

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¿Cómo afectó al resto del mundo?

Imagen Shutterstock

La nube de polvo impidió que la luz solar fuera potente en muchos lugares, haciendo que las plantas murieran masivamente. Los registros históricos coinciden en que hubo hambrunas y mortalidad en muchos sitios, principalmente en Europa pero también en China. El hecho de que resultara un ejemplo para el paso al cristianismo en Islandia es algo muy importante.