El atletismo le salvó la vida a Manyonga: un exadicto a la metanfetamina que hace historia en el salto largo

Durante las olimpíadas de Río 2016, Luvo Manyonga no logró el oro, pero encontró su premio en el Mundial de Atletismo de 2017. El sábado 5 de agosto, el sudafricano logró el oro y manifestó que estaba «en la luna» por la felicidad que sentía y agregó que «he estado orando para obtener esta medalla».  

Su felicidad radica no solo en el primer premio del salto largo, sino también en la superación de la adicción a las drogas. Y es que luego de una fuerte adicción a la metanfetamina cristalina, se logró recuperar y volvió a competir.

«Soy el mejor del mundo. Esto suena genial» expresó el atleta. ¿Cuál es su próximo objetivo? Superar el récord mundial.

Las competencias y su adicción

El sudafricano se consagró campeón junior en 2010, pero luego se enfrentó a una dura batalla: la adicción a las drogas. En 2012 fue suspendido durante 18 meses por dar positivo con una droga recreativa.

Además admitió que se sintió muy cerca de la muerte durante su etapa de adicción. Según The Australian, el atleta ganó el oro «4 años después de que su familia temiera que su adicción lo matara».

Lo había dejado todo por las drogas. Luego de ser suspendido, y mientras intentaba terminar con su adicción, su entrenador falleció en un accidente de tránsito cuando iba camino a verlo. Esto empeoró las cosas.

Si bien en Río 2016 no pudo ganar el oro, logró la medalla de plata y ese premio fue el sello de su ascenso como deportista y, sobre todo, fue la demostración de que la acción era cosa del pasado. «Quise mostrarle al mundo que Luvo Manyonga había vuelto», expresó en ese entonces, según The Guardian.

Ahora, tiene el oro en el Mundial de Atletismo y hay quienes dicen que él se puede convertir en la primera persona en saltar más de 9 metros. ¿Lo logrará?

Su cable a tierra

La muerte de su entrenador fue letal para el atleta. En ese entonces, Luke Alfred, un periodista, escribió que «Luvo tiene dos salidas: estar en un podio olímpico o estar muerto por sobredosis a los 30 años». Según The Guardian, ese artículo periodístico tuvo un gran impacto en él y en su familia. 

Quien lo ayudó a salir adelante fue su nuevo entrenador John McGrath. Cuando lo contactaron con él le dijo: «Si quieres emprender un nuevo viaje, te acompañaré». «Fue un proceso lento, con muchas recaídas», contó a The Guardian.

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Se encontró con un joven con miedo, pero con muchísimo potencial. «Seré un adicto en recuperación el resto de mi vida», le dijo el atleta. «Cuando nadie lo quería, él cuido de Luvo. Cuando él estaba drogado, John se ocupó», manifestó  la madre de Luvo.

El resto es historia: el atleta se recuperó y va camino a vencer el récord mundial. ¿Puede superar los 9 metros de largo? ¡Todos esperan que sí!

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