Ante la cuarentena por el brote de coronavirus (COVID-19) en Estados Unidos, muchas escuelas han tenido que cerrar. Al menos 30 Estados cancelaron clases desde el primer nivel de kindergarden hasta el último grado de preparatoria. Muchas universidades también anunciaron puertas clausuradas hasta nuevo aviso.
EE.UU promueve la educación en línea, pero la realidad se impone al “sueño online”



Si bien el objetivo es que muchas de las clases se impartan a través de Internet, la realidad es que no es una opción viable para diversos alumnos de áreas o comunidades olvidadas por el presupuesto gubernamental.
Además, vale la pena tomar en cuenta que no todas las familias cuentan con un servicio de Internet en casa, o uno que soporte transmisiones en vivo durante varias horas.

No solo eso, muchos estudiantes no cuentan con una computadora o dispositivo que les permita el acceso a las clases en vivo.
Usualmente a estos niños y adolescentes se les ofrecería hacer sus tareas y trabajos escolares en la biblioteca escolar o de la comunidad, pero ahora se trata de instituciones que también fueron cerradas.

De acuerdo con el Centro Pew Research, los grupos demográficos con menor acceso al Internet son los afroamericanos y latinos. La alternativa es que algunas escuelas ofrecerán laptops o tabletas para sus estudiantes, pero esta ayuda no es obligatoria ni aplica para todos los casos.
Por el momento, sólo se aseguró que los alumnos de familias con bajos ingresos seguirán recibiendo sus planes alimenticios diarios.

Sin embargo, el proceso para obtener dichas comidas de las escuelas puede variar según el Estado en el que se encuentren los menores. Mientras estos grupos tendrán que lidiar con no poder tomar clases en línea, una gran mayoría de alumnos sí se beneficiará de tener acceso a estas tecnologías.
Algunas escuelas públicas y privadas se ayudarán de diferentes plataformas para tomar clases de manera "normal", para dejar tareas y hasta para resolver dudas de los alumnos. Esto podría llevar a una importante disparidad en la educación infantil que podría agravarse conforme la pandemia por COVID-19 permanezca.

A futuro, la disparidad se verá reflejada en las pruebas estandarizadas o de acceso a las universidades. A pesar de los esfuerzos individuales, es un hecho que el coronavirus puede llegar a ser romantizado y se olvide una realidad "incómoda": la enfermedad afectará a todos de diferente manera.
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