Después de la oveja Dolly, ¿qué pasó con la clonación de animales?

En 1996, el mundo fue testigo de una revolucionaria noticia: los científicos lograron clonar una oveja. La importancia de Dolly, como se le llamó al animal, es que fue el primer mamífero en ser clonado a partir de una célula adulta y no de una célula embrionaria (antes se creía que sólo las segunda servía para clonación).

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Ian Wilmut y Keith Campbell (sus creadores y miembros del Instituto Roslin de Edimburgo) tuvieron éxito en este proyecto gracias a que utilizaron la transferencia nuclear celular. La célula de la que provino Dolly se obtuvo del tejido mamario de una oveja de seis años de edad.

En realidad Dolly no fue el primer animal que se clonó con éxito. En 1952 los investigadores Robert W. Briggs y Thomas J. King clonaron una rana por medio de la inserción de núcleos de células somáticas adultas. En los años posteriores se pudo clonar un cordero, un ternero y una oveja.

No obstante, después del caso de Dolly los expertos adquirieron los conocimientos necesarios para avanzar en sus investigaciones. Entre 1997 y 2010 se pudo clonar ratones, vacas, cabras, cerdos, conejos, gatos, toros, ciervos, perros, mulas y hasta caballos. Ahora, los científicos han dado un paso más adelante con la clonación de un mono.

Después de Dolly llegan un par de primates

Científicos del Instituto de Neurociencias de la Academia Nacional de Ciencias China anunciaron el nacimiento de un par de monos macacos, los primeros primates clonados con la misma técnica que se utilizó con la oveja Dolly.

Para lograrlo, los investigadores utilizaron tejido conectivo de un feto de mona. De ahí obtuvieron algunas células, de las cuales extrajeron el núcleo. Esos núcleos fueron introducidos en un óvulos vacíos. Luego de fertilizarlos se obtuvieron 109 embriones, de los cuales sólo seis se pudieron colocar en el útero de hembras de macaco. Finalmente nacieron dos pequeños monos: Zhong Zhong y Hua Hua, los cuales ya tiene ocho semanas de vida.

Mu-Ming Poo, director del Instituto de Neurociencias de Shanghái y coautor de la investigación, declaró para El País: «No hay barreras para clonar primates, por lo que la clonación de humanos está más cerca de hacerse realidad. En cualquier caso nuestro objetivo es producir primates no humanos para investigación, no tenemos ninguna intención de extender esta investigación a personas, la sociedad no lo permitiría».

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Los investigadores buscan obtener monos genéticamente idénticos para llevar a cabo investigaciones de salud, en especial sobre ciertas enfermedades. «Para muchas dolencias, sobre todo mentales, necesitamos nuevos modelos animales más parecidos a los humanos que los ratones. Muchos fármacos que resultan efectivos en ratones contra enfermedades cerebrales resultan inefectivas en humanos y causan efectos secundarios serios», explicó Mu-Ming Poo.

Imagen Shutterstock

Debate en puerta

Existen diversas opiniones respecto a este tema. Muchas personas consideran que clonar primates nos acerca más a la posibilidad de clonar personas, lo cual tiene una gran implicación ética y moral.

No obstante, algunos otros apuntan hacia la opción de clonar órganos del cuerpo que sean utilizados para trasplantes, con lo cual se salvaría miles de vidas. De acuerdo con palabras de Mu-Ming Poo, incluso se podrían clonar especies en peligro de extinción, como los gorilas.

Josep Santaló, miembro del Comité de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, detalló para El País: «El mayor problema es que cada vez estamos más cerca de la clonación humana. Si esta técnica se perfecciona y se garantiza que no produce abortos ni malformaciones, probablemente haya que revisar el convenio de Oviedo que prohíbe la clonación reproductiva por dignidad, para pasar a evaluar basados en el criterio de proporcionalidad, es decir, si los beneficios son mayores que los riesgos o viceversa. Si los beneficios son mayores, ¿por què no clonar humanos?».

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