Si has visto la película Trece Guerreros ( The 13th Warrior), seguro que sabes que es un divertido film de aventuras protagonizado por Antonio Banderas.
Descubre la verdadera historia de Ahmad ibn Fadlan, el guerrero número 13


Tal vez no conozcas información como que se basa en un libro del popular escritor Michael Crichton, célebre por crear Parque Jurásico entre otras obras, o que fue un fracaso de taquilla monumental.
De lo que poca gente está informada es de que su protagonista principal se basa en una figura histórica que realmente existió, Ahmad ibn Fadlān ibn al-Abbās ibn Rāšid ibn Hammād.
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¿Quién fue Ahmad ibn Fadlān?

En la película Trece Guerreros, Banderas interpreta a Ibn Fadln, un noble musulmán castigado por su relación amorosa que es enviado a contactar con los vikingos nórdicos. En este sentido, la realidad se asemeja en algo a la ficción.
Sin embargo, Ahmad ibn Fadlān ibn al-Abbās ibn Rāšid ibn Hammād fue un secretario de Al-Muqtadir, un embajador del califato de Bagdad que fue enviado a negociar con le rey de los búlgaros en la zona del Alto Volga en el año 920.
Si bien Ibn Fadln iba rodeado de una extensa comitiva, el viaje fue tan peligroso que al cabo de un año fueron interceptados por los rus o rüsiyyah y tomados como prisioneros. En principio se cree que estas tribus emigraron desde Escandinavia y se establecieron en las regiones del Alto Volga, siendo el origen de la actual Rusia.
No obstante, Ibn Fadlan se sintió fascinado por las costumbres de estas gentes, duros vikingos de tradiciones ancestrales que chocaban con fuerza con su refinada educación recibida en Bagdad. Tanto fue así que escribió un libro llamado Risala, traducido como “Descripción de un viaje”, del que se encontró una copia completa en la Biblioteca de Astan Quds Razavi en Irán en 1923, en el que narra sus peripecias junto a los rus.
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Ibn Fadln y los rüsiyyah

Entre los pasajes más curiosos que narra Ibn Fadln durante su tiempo cautivo por los rüsiyyah, destaca su descripción de los cuerpos vikingos, de los que dice que eran perfectos “como palmeras y rosados de piel”. Solían portar grandes espadas, o bien hachas, collares de oro y plata y un anillo colgado al cuello junto a un cuchillo.
Entre sus peculiares costumbres contó que cuando un hombre poseía 10 000 dirham hacía forjar un collar para su mujer, sumando uno más por cada 10 000, por lo que muchas de ellas portaban muchos de ellos.
Según Ibn Fadln, la higiene de aquellas tribus era deplorable y chocaba con su cultura. Decía que no se lavaban ni siquiera tras hacer sus necesidades, tener relaciones sexuales o hacer el amor. Eso sí, se limpiaban el rostro y cuerpo en agua sucia cada día, en el mismo lugar en que se lavaban el cabello, se sonaban la nariz o escupían.
Entre las costumbres funerarias, Ibn Fadln escribió que pudo presenciar la ceremonia de uno de los jefes. Tras dejarlo en su tumba durante diez días, dividieron sus bienes en tres partes, una para la familia, otra para el funeral y una final para bebida que tomaron el día que quemaban el cuerpo con una muchacha que moría con su amo.
Es curioso que la familia del jefe fallecido preguntaba a sus pajes quien moriría con él. La elegida se ofrecía de forma voluntaria y se dedicaba a cantar y beber mientras se preparaban las pompas fúnebres. Después habilitaban un sillón para el muerto en el que le sentaban mientras otros hombres se acostaban con la muchacha por amor, mensaje que le daría a su jefe al morir.
En el barco, la chica tomaba bebida con alcohol para ser aturdida, después la ataban de pies y manos y por el cuello para que dos hombres tiraran de la cuerda y la apuñalaban al mismo tiempo mientras golpeaban sus escudos. Era conocida como el Ángel de la Muerte.

Una vez fallecida la chica, la metían en el barco y lo echaban al río y tras prenderle fuego. Según decían, este funeral era para que el difunto llegara antes al paraíso, en contraposición a lo que hacían los musulmanes, que los enterraban bajo tierra para que se pudrieran y se llenaran de gusanos.
No cabe duda de que la aventura de Ibn Fadln fue muy diferente a la descrita en The 13th Warrior, pero más interesante y escabrosa si cabe.
Una historia verdaderamente increíble y peculiar.
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