La Fundación Braille del Uruguay cumple su aniversario nº38. La institución que brinda soporte, ayuda y contención a las personas no videntes de nuestro país ha hecho un gran labor en estos años.
De protagonista del aviso de la Fundación Braille a genio internacional, conocé a Juan Pablo Culasso

Seguro te acordás del famoso aviso de la fundación, “Vaya, vaya dijo la tortuga gigante” y si no te lo volvemos a mostrar:
El niño de aquella reconocida publicidad se llama Juan Pablo Culasso y hoy te contamos qué fue de su vida. ¡Conocé su increíble historia!
Con casi 30 años, Juan Pablo cuenta con 13 años de experiencia en el reconocimiento y la grabación de sonidos de aves.
Se formó como un autodidacta pero ha logrado publicar una decena de discos con material de diferentes países y su oído reconoce nada más y nada menos que el sonido de 3.000 tipos de aves.
En 2014, con 27 años, se presentó en el concurso Supercerebros de National Geographic en donde se premiaba a la persona latinoamericana que tuviera el talento más increíble, ¡y lo ganó!
Su gran habilidad es una condición llamada oído absoluto que le permite identificar las frecuencias de los sonidos por su nombre.
El comienzo
De niño Juan Pablo tenía contacto con las aves del tambo de unos amigos de su familia. Le gustaba estar cerca de la naturaleza y con una enciclopedia y la ayuda de su padre, solía memorizar los sonidos de las aves.
Si bien él ha contado en entrevistas que tenía dificultades para aprender en el liceo público porque no habìa material suficiente adaptado a braille, ni profesores con experiencia, leía mucho y fue aprendiendo por su cuenta.
En 2013 un amigo de su padre lo invitó a una salida por el campo en búsqueda de aves, fue en ese momento que tuvo por primera vez un grabador en sus manos y descubrió una nueva pasión, el registro de sonidos.
Juan Pablo estuvo dos años en el laboratorio de sonido de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, donde pudo aprender en profundidad sobre la grabación de sonidos.
Con el premio de National Geographic, mejoró su equipo, logrando estar a la par de cualquier otro sonidista. Su última gran experiencia fue en la base antártica uruguaya, en la que estuvo dos meses y se convirtió en el primer ciego en visitarla.
Medios de diferentes países han contado la historia de este uruguayo aventurero, autodidacta y seguro de sus habilidades que es un gran ejemplo a seguir para todos. ¿Conocías su historia?






