Por si no lo sabías, Westworld es una de las series más recientes de HBO que intenta tomar una mirada innovadora de una historia ya conocida. Está basada en una película de los años 70, sobre un parque temático donde los visitantes pueden interactuar con robots exactamente iguales a los humanos. Es un debate sobre las inteligencias artificiales y el problema de jugar a ser Dios. Al mismo tiempo es una discusión sobre nuestra propia moralidad como seres humanos y de lo que somos capaces dadas las circunstancias.
¿Cuánto falta para que existan robots como los de Westworld?

De todas maneras, lo que abordaremos aquí será el tema de la existencia misma de estos robots, ¿cuánto falta realmente para que los veamos frente a nosotros?
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Las características de estos robots

En la serie no se habla exactamente sobre cómo se crean estos robots, pero sí sabemos que son Inteligencias Artificiales capaces de interactuar, responder a la información y cambiar lo que deben decir de un momento al otro. No están simplemente programados con respuestas armadas, sino que deciden a medida que suceden las cosas.
En cuanto a la apariencia, en la actualidad ya existen robots que pueden caminar, moverse y hacer gestos iguales a los nuestros. Algunos son bastante realistas, así que en realidad no es la parte difícil del asunto. Por otro lado, estos robots de Westworld sangran y tienen infecciones, lo que significa que tienen algún tipo de órgano humano debajo de la piel.
Esto último ya se ha intentado, dado que con una base impresa de material biológico y una plantación de células madre, pueden crecer órganos y extremidades humanas. Hacerlo con todo un cuerpo es complicado, pero tarde o temprano sucederá.
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La piel

El problema de la piel no es tan complicado, dado que puede hacerse crecer. De todas maneras, para un robot no se usa piel verdadera, sino un sustancia creada con colágeno y fibras sintéticas. Lo curioso de esto es que aunque no es verdadera piel, puede sentir dolor y cualquier otro estímulo. Al tacto es exactamente igual, lo cual es también perfecto.
El problema es... ¿cómo cuidar esa piel para que se mantenga viva? Esto va de la mano con otras funciones corporales que los robots de Westworld han demostrado. Son capaces de comer y sangrar, así como de tener relaciones sexuales. Algunas funciones pueden desaparecer: quizás no es necesario que un robot coma, salvo para dar una experiencia de realismo. Debe haber lágrimas, sangre y hasta fluidos que permitan la lubricación.
La generación de lubricantes en la vagina de los robots sexuales de Westworld no es tarea fácil. Tampoco lo son las lágrimas, la saliva y todo lo demás que nos hace realmente complejos como humanos.
¿Cuánto falta?

(Ex Machina)
Según la bioartista Amy Karle, faltan al menos cien años para que veamos robots tan realistas como los de Westworld. Podemos ver, es verdad, algunos modelos de robots sexuales a la venta hoy en día, pero no se acercan ni remotamente a la experiencia que brinda el parque ficticio.
Aunque se han logrado crear órganos artificiales, solamente se pueden agregar a un organismo ya existente. Es decir, se puede agregar una parte artificial a un humano, pero no crear un humano desde cero, al menos por ahora.
La parte más difícil es sin dudas la de la Inteligencia Artificial. Otras historias, como las películas Her y Ex Machina, han tratado sobre el tema. De todas maneras estamos lejos de lograr ese tipo de respuesta por parte de un robot. Una cosa es contestar una pregunta, otra muy diferente adaptarse a situaciones diversas de forma única e independiente.
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La moral

Como decía anteriormente, hay una cuestión ética y moral en la invención de robots para uso recreativo y sexual. De lograrse que fueran iguales a los de Westworld, no serían nada diferentes a los humanos. Si alguien quiere matarlos o violarlos, ¿Estaría bien? ¿aún cuando pueden tener respuestas completamente humanas?
Según Patrick Lin, de la Universidad Politécnica de California, dejar que las personas violen a los robots puede hacer que tomen costumbres violentas también contra los humanos: «el miedo es que las personas dejen el hábito de buscar el consentimiento y cada vez más impongan su voluntad y deseos a los otros»
En el caso en que se adaptaran a nuestra vida diaria como uno más, ¿por qué querríamos tener más seres iguales a nosotros, cuando hay superpoblación en el mundo? Son todas preguntas que todavía no deberán contestarte, porque estamos a muchos años de lograr algo similar.
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