A través de la historia, han existido prácticas verdaderamente salvajes e inhumanas, desde la hoguera y la guillotina hasta las torturas más barbáricas y espeluznantes. Muchas han desaparecido y han pasado a ser cosa del pasado, mientras que otras, desafortunadamente, han llegado hasta nuestros días.
¿Cuándo comenzó la horrible práctica de colocar las cabezas en estacas y exhibirlas?


Ese es el caso de un prática usada como método para infundir terror y escarmiento: encajar las cabezas de las víctimas en estacas y exhibirlas. El mundo se estremeció en el 2014 cuando la organización terrorista ISIS publicó las imágenes de cabezas en estacas pertenecientes a 50 presuntos traidores.
Estas imágenes las habíamos visto solamente en la ficción a través del cine y la televisión, presentada como una práctica común en tiempos medievales. Y de hecho lo fue. Los monarcas y señores feudales solían poner las cabezas de aquellos que los desafiaban o de sus adversarios políticos y militares en torres, muros y puentes para que los demás aprendieran la lección.
Según los reportes históricos, el London Bridge sirvió de muestrario para cabezas incorpóreas por casi 300 años, entre 1305 y 1592. De hecho, la primera cabeza que se colgó sobre una estaca en el icónico puente londinense fue la del rebelde escocés William Wallace, a quien vimos personificado en la cinta Brave Heart. El filme nos muestra como los ingleses descuartizaron a Wallace, pero no vemos cómo su cabeza fue exhibida.
Las cabezas permanecían en el London Bridge durante meses, pudriéndose a la intemperie hasta que se caían a pedazos en el río Támesis. La horrible costumbre medieval está inmortalizada en nuestros tiempos con un monumento que se erige al pie del London Bridge.

Pero esta práctica ya se hacía mucho antes de este período histórico. Es probable que las sociedades de La Edad Media hayan heredado esta práctica de los antiguos romanos. Se sabe que en la Roma republicana de Cayo Mario y de Lucio Cornelio Cinna, las cabezas de los opositores eran colgadas en la Rostra, como se le llamaba a la plataforma donde hablaban los oradores ante el pueblo.
Así mismo, el primer emperador César Augusto retomó la tradición de la Rostra luego de instaurar el Segundo Triunvirato. Quizás su exhibición más sonada fue la del orador opositor Marco Tulio Cicero, del cual también colgó en estacas las manos.
Sin embargo, los antiguos romanos están muy lejos de ser los primeros en atravesar cabezas con estacas. En el 2011, un grupo de arqueólogos encontró evidencias de esta práctica en la región de Motala, en el sudeste de Suecia. Las excavaciones permitieron desenterrar restos humanos fosilizados perteneciente a 11 individuos de ambos sexos. Los restos datan del período Mesolítico y entre ellos se encontraban cráneos atravesados por una estaca a través del f oramen magno, la abertura que se encuentra en la base del cráneo. Esto sugiere que las cabezas ya estaban separadas del cuerpo cuando se encajaron las estacas. Las pruebas de carbono revelaron que los objetos tienen alrededor de 8,000 años de edad.

No obstante, los investigadores creen que estos pueblos de La Edad de Piedra efectuaron semejantes prácticas con objetivos completamente diferentes a los que motivaron a los romanos o a los monarcas medievales. Es probable que lo hayan hecho como parte de una ceremonia sagrada o algo similar, ya que además de estacas, se encontraron fragmentos de huesos de animales dentro de algunos de los cráneos. De cualquier forma, esta práctica resulta bastante inhumana para nosotros.









