Kim Jong-un, líder supremo de Corea del Norte
Corea del Norte hizo una nueva prueba nuclear y provocó un sismo de 5,3 grados
Corea del Norte confirmó que el sismo de 5,3 grados del viernes a la mañana fue consecuencia de una prueba nuclear que hizo el gobierno de para conmemorar el 48º aniversario de la fundación del régimen comunista. Corea del Sur, Japón y Estados Unidos condenaron la acción.
La noticia fue difundida a través de la cadena estatal KRT, que explicó que la detonación nuclear —la quinta de este tipo en siete años— se produjo en un “área controlada” de Corea del Norte.
Específicamente, la intención del gobierno norcoreano era probar una cabeza nuclear capaz de ser instalada en un misil. La operación fue calificada como “exitosa” por la autoridades, que enviaron las felicitaciones correspondientes a los científicos involucrados en el proyecto, aseguró la señal de televisión.
Corea del Sur estima que su vecino ”ha llevado a cabo su mayor ensayo nuclear hasta el momento, ya que la detonación habría alcanzado los 10 kilotones”, señaló un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl. Para tener una idea del potencial del arma, la bomba atómica con la que Estados Unidos atacó Hiroshima en 1945, fue de 15 kilotones.
Rechazo de la comunidad internacional

Manifestantes de Corea del Sur contra el programa nuclear norcoreano
Luego del sismo y de que el régimen comunista confirmara que había sido producto de sus ensayos nucleares, Japón convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, describió el programa nuclear de Corea del Norte como una “gran amenaza” para su país.
Corea del Sur, por su parte, denunció la prueba como una violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad, que prohíben a los norcoreanos el desarrollo de armas nucleares u otras de destrucción masiva. Park Geun-hye, presidente surcoreano, señaló la “imprudencia maniática” de Kim Jong-un en sus intentos por construir un arsenal nuclear.
En esta misma línea se pronunció el presidente norteamericano, Barack Obama, quien dejó en claro que “los Estados Unidos no acepta y nunca aceptará a Corea del Norte como un estado nuclear”.
El régimen de Kim Jong-un ya había hecho detonar otros cuatro explosivos atómicos en 2006, 2009, 2013 y enero de 2016 en la base de Punggyre-ri, al nordeste del país.