Continúa la trama de espionaje entre Estados Unidos y Rusia, con Donald Trump en el medio

Leer algunas de las noticias internacionales en estos días es como leer la sinopsis de una nueva película de Jason Bourne.

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Espionaje internacional, chantajes, agentes secretos que filtran datos, agencias de inteligencia en la mira, hackers de alto nivel y líderes políticos de grandes potencias involucrados.

Espía a la fuga

Basta leer, por ejemplo, algunos de los titulares más recientes referidos al famoso expediente sobre supuestos datos “explosivos y comprometedores” de Donald Trump que estarían en manos de la inteligencia rusa.

Estas últimas noticias indican que el supuesto creador de ese expediente, un ex espía británico del MI6 que trabajó en Rusia durante la década del 90, tuvo que escabullirse rápidamente de su casa en el sur de Londres, cuando se enteró de que su nombre sería difundido por la prensa en cualquier momento.

Uno puede imaginar incluso la tensión de esos minutos, de esa huida, como si fuera dirigida por Paul Greengrass.

Imagen Universal Pictures

En efecto, poco después el Wall Street Journal fue el primero en revelar que se trata de Christopher Steele, un exespía de 52 años, que de acuerdo a algunos medios británicos y otros testigos cercanos a su casa en el condado de Surrey, huyó a esconderse temiendo las repercusiones que podría sufrir al ser considerado el autor de los polémicos documentos.

La furia de Trump

El expediente completo, de 35 páginas, fue difundido originalmente por Buzzfeed, en una nota que desencadenó fuertes cuestionamientos éticos sobre el proceder periodístico del medio, ya que hizo públicos estos datos pese a advertir que eran “incomprobables” y que tenían varios errores.

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Además de la inevitable furia de Donald Trump que como de costumbre despotricó en Twitter

"NOTICIA FALSA - UNA ABSOLUTA CACERÍA DE BRUJAS POLÍTICA"
"Rusia acaba de decir que ese reporte sin pruebas pagado por oponentes políticos es "UNA TOTAL Y ABSOLUTA FABRICACIÓN, TONTERÍA ABSOLUTA". Muy tramposo!"
"Rusia nunca intentó presionarme con datos. NO TENGO NADA QUE VER CON RUSIA, NI NEGOCIOS, NI PRÉSTAMOS, NI NADA!"
"Gano una elección sobradamente, se verifica un gran "movimiento", y corruptos oponentes intentan menospreciar nuestra victoria con REPORTES FALSOS. Triste situación!

Hasta tuvo lugar la Ley de Goodwin, a la hora de criticar las agencias de inteligencia que en unos días estarán bajo su mando.

"Las agencias de inteligencia nunca deberían haber permitido que estos reportes falsos se 'filtraran' al público. Un último golpe dirigido a mí. ¿Vivimos en la Alemania nazi?".

Según algunos reportes, son datos que en manos de servicios de inteligencia rusos, servirían incluso para extorsionar al presidente electo de los Estados Unidos, debido a detalles sobre sus “obsesiones personales y perversiones sexuales” obtenidos por espías durante sus viajes a ese país.

También el expediente parece probar la relación que Donald Trump ha mantenido con el Kremlin “desde hace al menos 5 años”, incluyendo una alianza para conspirar contra Hillary Clinton en las elecciones.

¿Datos falsos o verdaderos? 

Lo cierto es que, aunque estos datos suenen ahora verosímiles, no han podido ser probados, como tampoco hay verdadera certeza de que haya sido el exespía Christopher Steele el autor del expediente.

CNN sí comprobó que este expediente circulaba desde hacía algún tiempo entre las agencias de inteligencia estadounidenses, los altos miembros del congreso y otros oficiales de Washington.

Y no solo eso, sino que además un resumen del expediente fue incluido en los últimos reportes de inteligencia presentados tanto al presidente electo como al presidente saliente Barack Obama, con el nivel más exclusivo de seguridad (solo disponible para los más altos oficiales de inteligencia).

Imagen Getty Images

Si los datos son tan dudosos, ¿por qué las agencias de inteligencia estadounidenses consideraron necesario que Barack Obama y Donald Trump tuvieran conocimiento de ellos?

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El asunto es que antes de incluir el resumen en los reportes, la inteligencia estadounidense investigó más acerca del supuesto autor, Christopher Steele, y resulta que lo consideraron una fuente lo suficientemente confiable, que posee una vasta red de inteligencia a lo largo de Europa y una buena calidad en sus contactos.

Es un hombre con muy buena reputación, en definitiva, que desde 2009 tiene su propia firma privada de inteligencia.

De acuerdo al New York Times, Steele es conocido en círculos de la inteligencia británica por su amplio conocimiento sobre los intrincados vínculos del Kremlin con compañías y sociedades que controlan Rusia.

Se cree que para la elaboración del expediente, Steele contó con informantes tanto dentro como fuera de Rusia.

The Guardian recoge declaraciones de un ex oficial de Relaciones Exteriores británico, que conoce a Steele desde hace más de dos décadas:

“La idea de que su trabajo puede ser falso o una operación es absurda, completamente equivocada. Se trata de un profesional experiente y de gran reputación. No es la clase de persona que simplemente difundiría rumores”.

“Si incluye algo en un reporte, es porque cree que es lo suficientemente confiable como para ser considerado”, agregó.

Aparentemente, la CIA y el FBI opinaron lo mismo, y por eso incluyeron los datos en sus informes.

Sin embargo, diferente es la opinión de un colega de Steele que trabaja en una firma privada de inteligencia en Londres.

“Tengo mucha experiencia en este trabajo”, dijo, “y si yo fuera el cliente y alguien me trajera un informe como éste, les diría ‘¿dónde está la evidencia? No puedo utilizar esto’”.

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“A veces las fuentes le dicen al investigador lo que él quiere oír”, consideró.

¿Una nueva Guerra Fría?

Imagen Getty Images

Mural pintado en las calles de Lituania

Parece que la relación diplomática entre Estados Unidos y Rusia, que ha estado en el centro de las discusiones sobre la política exterior en la administración de Trump, no será tan sencilla como se suponía.

En medio de todo esto, quedó el asunto del hackeo durante la campaña electoral estadounidense, que sacó a la luz los problemas en la interna demócrata.

La inteligencia estadounidense consideró que había algunas pistas que indicaban que Rusia estaba detrás de este hackeo y que había sido apuntado a perjudicar la candidatura de Hillary Clinton y favorecer a Donald Trump.

Trump había desestimado esta teoría toda vez que pudo, pero ahora cambió de opinión y dijo que en efecto creía que Rusia había estado detrás de los ataques cibernéticos.

Por su parte, Mike Pompeo, designado por Trump como director de la CIA, se presentó este jueves ante el senado para su ratificación en el puesto, y allí fue un poco más lejos, diciendo que había evidencias sólidas de las actividades “de grandes mandos rusos que intentaron afectar la democracia estadounidense”.

Todo esto nos lleva a considerar una pregunta ineludible: