Conocé la primera peluquería trans de la Argentina que lucha contra la discriminación

Esta semana marcó un nuevo hito en la comunidad LGBTQ, con la apertura de la peluquería Las Charapas, de la Asociación Otrans. 10 mujeres trans que se propusieron abandonar el trabajo sexual callejero y, con el apoyo de una docente e investigadora, abrieron una cooperativa con la que generan su propio sustento.

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El local de peluquería y manicura no recibe ningún tipo de ayuda estatal. Además, debieron sortear varios obstáculos basados únicamente en el prejuicio y la discriminación: «Nadie nos quería alquilar o nos cobraban carísimo porque asocian trans con prostitución y prostitución con droga», reveló Claudia Vásquez Haro, presidenta del colectivo Otrans a Infonews.

Un hogar donde trabajar

Para superar estas dificultades, fue la propia titular del grupo la que puso su casa a disposición para montar todo lo necesario: una puerta a la calle, baño y todo lo requerido por la municipalidad de La Plata para habilitar el local. 

Esto es una práctica política y pedagógica e instala la pregunta sobre qué va a hacer el Estado con las demás compañeras en situación de prostitución a la vez que vuelve a poner en escena la ley de cupo laboral"

En declaración a la agencia de noticias EFE, Andrea Vargas, una de las integrantes del proyecto, remarcó la importancia del nuevo proyecto: «Ya no voy a estar con el temor de que voy a salir a la calle a trabajar y no sé si voy a regresar a casa. En las calles pasa de todo: nos roban, nos golpean... Me siento más protegida».

Vargas llegó de Perú hace 2 años con la idea de continuar su carrera de peluquera en nuestro país. Sin embargo, se vio obligada a salir a la calle. De esta forma, Las Charapas no solo buscan empoderar a todo al colectivo trans, sino también derribar los estereotipos que existen en la comunidad, dando una herramienta de trabajo completamente autogestionada.

Es otra vida: te cambia el pensamiento, ves la cosa de otra manera. Cuando estás en la calle no piensas en estudiar, y ahora me quiero apuntar en periodismo... o en derecho, para ayudar a mis compañeras.

A falta de políticas públicas que protejan a este colectivo, fueron ellas las que se empoderaron y lograron salir de esa situación de vulnerabilidad por su cuenta. Con esfuerzo, sacrificio y superando mil barreras, estas mujeres ahora pueden ganarse el pan seguras, tranquilas y sin miedo a represalias. ¿No será hora de ir cambiando la mentalidad y fomentar políticas que las amparen?