Conoce a "Las Patronas", las mexicanas que alimentan a los migrantes

Las Patronas son un grupo de mujeres voluntarias de la comunidad de Guadalupe, en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz. Desde 1995 alimentan y dan asistencia a migrantes que abordan La Bestia.

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La Bestia no es cualquier tren. Aunque se trata de un transporte de carga, miles de centroamericanos que todos los años atraviesan México para conseguir llegar a Estados Unidos, viajan sobre él. 

Las Patronas lanzan bolsas con comida hacia el tren en movimiento, acercan botellas de agua a los viajeros, curan las piernas heridas de los que han caído de sus vagones, incluso en un clima desolador, se dan el lujo de bromear con los que van de paso.

Su historia comenzó en 1995. Las hermanas Romero Vázquez esperaban cruzar la vía del tren con las bolsas del mercado. Y los vieron pasar, con los brazos extendidos. Les entregaron lo que acababan de comprar. Después comenzaron a cocinar para darles más. Y poco a poco se fueron organizando.

Ahora son 15 mujeres quienes conforman Las Patronas, la abuela, madres, hijas, sobrinas, primas, vecinas. Su jornada empieza desde las cinco de la mañana, algunas se encargan de ir por el pan, otras de hacer los frijoles o el arroz, otras de cocinar a la leña. Todas son parte fundamental de esta organización que nació por el simple hecho de ayudar desinteresadamente al otro.

Las Patronas se mantienen gracias a donaciones. Reciben algunas de fuera y también se desplazan hasta los mercados cercanos para conseguir el alimento que ya no será vendido.

Estas mujeres fueron acusadas en julio de 2013 de utilizar su labor en beneficio propio.

“Nuestro trabajo ha sido y será totalmente transparente, así como el manejo de los recursos que gentilmente escuelas, universidades, organizaciones, colectivos sociales y familias particulares nos hacen llegar”, respondieron entonces a través de un comunicado. “La mejor retribución que recibimos a cambio es un ‘Gracias’", dijeron.

La Bestia pasa de dos a tres veces por día y aunque el número de migrantes ha disminuido a lo largo de los años, Las Patronas siguen haciendo su labor. De los 800 almuerzos que preparaban, ahora hacen máximo 200. 

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Quizá no pasen tantos a bordo del tren, pero ahora llegan caminando. Exhaustos por el cansancio y horas de caminata arriban a la casa de Las Patrones en Amatlán. 

Estas mujeres son el retrato de la solidaridad. Son motivo de orgullo en México y todo el mundo y claramente nos dejan una gran lección a todos.

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