6 brasileros concentran la misma riqueza que la mitad de la población; el 5 % más rico de la población brasilera tiene la misma proporción de ingresos que el restante 95 %. Pero en Brasil, además, hay desigualdad social respecto al género y a la raza. Estos datos fueron publicados por El País de Brasil luego de que la ONG Oxfam publicara un estudio y comenzara una campaña para reducir la desigualdad social en el país.
Concentración de riqueza en Brasil: las desigualdades en las que debe trabajar el país

¿Qué es Oxfam y de qué trata su campaña?

Oxfam es una organización que se encuentra en 94 países, uno de ellos es Brasil. A él llegó en 1950 y con el tiempo comenzó a tener más presencia, sobre todo, en cuestiones sociales. Hoy en día su objetivo es «contribuir al enfrentamiento de las desigualdades y reducir la pobreza en el país». Su meta es «construir un futuro sin pobreza, desigualdades e injusticias».
Su campaña « reducir la desigualdad social en Brasil» busca generar conciencia sobre la cara tributaria que es «extremadamente desequilibrada, porque cobra menos a los que más deberían contribuir, mientras que con la clase trabajadora es fuertemente onerosa».
La concentración de la riqueza en Brasil

6 personas concentran la misma riqueza que las 100 millones de personas más pobres de Brasil, es decir, la mitad de la población. No solo eso: el 0,1 % de la población -las personas más ricas- ganan en un mes lo que una persona con salario mínimo recibiría luego de 19 años ininterrumpidos de trabajo.
Las mujeres, por su parte, recién lograrán equidad salarial en 2047 —si todo sigue así— y los afrodescendientes lo lograrán en 2089.
La ONU creó un ranking de la desigualdad social en el mundo y Brasil está entre los 10 países más desiguales del mundo. Solo Colombia y Honduras son más desiguales que Brasil en Latinoamérica.
¿Cómo se puede cambiar esta realidad?

Si bien se han tomado algunas medidas como «Bolsa Familia», explicó la directora ejecutiva de la ONG a El País, «todavía se está muy lejos de tener la lucha contra la desigualdad como una prioridad».
Oxfam propone, en su campaña, tomar algunas medidas urgentes para terminar con la concentración de la riqueza y la desigualdad social. Algunas de ellas son: cambiar el código de impuestos, promover y expandir los derechos sociales, promover la inversión pública (así como también la educación), fortalecer la función social del Estado y mejorar la participación social que es, en cierta manera, mejorar la democracia brasilera.
El gasto público se ha parado en Brasil y eso hace, a la vez, que no se generen nuevos puestos de trabajo. Esto puede provocar que muchas personas no tengan trabajos estables ni ganen salarios dignos. «Si limitas el gasto social, también limitas el avance que Brasil podría hacer», explicó la directora.
Combatir la desigualdad social se debería convertir en una prioridad de gobierno. Si la sociedad avanza, si las desigualdades decrecen, si todos pueden llegar a fin de mes de manera digna, el país puede crecer y seguir construyendo la potencia latinoamericana que fue durante muchos años.
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