Todo aquel que alguna vez haya realizado una descarga desde internet de un archivo que contenía música o un capítulo de una serie, o una película, o cualquier otro tipo de archivo, sabe que generalmente estos archivos (cuando no se descargan mediante dispositivos P2P como Torrent o eMule, sino mediante descarga directa) vienen con la extensión .zip o .rar y que una vez descargados deben ser extraídos en una carpeta a elección dentro del ordenador. Estos archivos son archivos comprimidos y al extraerlos lo que hacemos es descomprimirlos.
Cómo y para qué se descomprime un archivo


Los archivos comprimidos son archivos que contienen en su interior, a su vez, otros archivos o documentos que han sido modificados de manera que tengan menor tamaño y así puedan ser más fácilmente almacenados o transferidos.
Por ese motivo, archivos que pueden resultar demasiado grandes para descargar de internet o para enviar por correo electrónico, como archivos de audio, imagen o video, son comprimidos y frecuentemente también separados en varias partes, por lo que la compresión de archivos es una herramienta muy útil para el intercambio de archivos. Si bien probablemente muchos ya hayan utilizado este tipo de archivos, ahora vamos a ver cómo y para qué se descomprime un archivo.
Archivos comprimidos

Los diferentes archivos que contiene un archivo zip o rar pueden ser comprimidos mediante diferentes métodos y se alojan dentro del archivo separadamente, por lo que se pueden descomprimir o agregar nuevos archivos sin necesidad de descomprimir el archivo entero. Un directorio ubicado dentro del archivo zip permite identificar qué archivos contiene y en qué lugar dentro de él se encuentran.
Como vimos, un archivo se comprime para reducir su tamaño y gracias a esto almacenarlo ocupando menos espacio o transferirlo con mayor facilidad. Pero los archivos comprimidos sólo pueden ser abiertos o modificados mediante algunos programas específicos para ello. Los más comunes son WinRar y WinZip.
Estos dos programas utilizan métodos de compresión distintos y presentan distintas ventajas: un archivo .zip puede ser gestionado sin ningún programa adicional ya que Windows soporta estos tipos de archivo estándar, mientras que un archivo .rar puede presentar una mejor compresión. El programa WinRar soporta los dos tipos de compresión, así que es la mejor opción.
Extraer archivos

Una vez que los archivos incluidos en un zip han sido transferidos o almacenados por un tiempo y se va a hacer uso de ellos, no sólo ya no es necesario que estén comprimidos, sino que tampoco se pueden utilizar si lo están. Así, un archivo .mp3 necesita ser descomprimido para ser reproducido, y lo mismo un archivo .jpg para ser visualizado, por ejemplo.
Al descomprimir un archivo, se vuelve a obtener exactamente el mismo archivo original que se tenía antes de comprimirlo. Esto es posible dado que la mayoría de los archivos suelen contener información redundante y repetida, y el proceso de compresión lo que hace es eliminar estas redundancias y mantener únicamente la información esencial.
Los programas que permiten extraer archivos comprimidos utilizan determinados algoritmos que hacen posible la posterior incorporación de toda la información para restituir el archivo original.

Quizás hoy en día la compresión y descompresión de archivos ya no sea tan popular debido a las mejoras en las capacidades de almacenamiento, tanto en cuentas de correo como en discos duros, y de la velocidad de internet, además del descenso de las descargas directas y el crecimiento de la descarga de torrents, pero de todas maneras sigue siendo una herramienta muy útil









