¿Cómo las plantas responden al tacto?

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Seguramente alguna vez has tenido la oportunidad de ver en directo o en algún video algunas que plantas son capaces de reaccionar al tacto con una rapidez asombrosa. Una de las más conocidas es la fabácea Mimosa pudica, también conocida como dormilona, adormidera, moriviví entre otros nombres, una planta originaria del trópico americano que es capaz de cerrar sus hojas aceleradamente ante el más mínimo roce, reacción que suele ser muy divertida para muchos niños. Pues bien, ¿te has preguntado alguna vez cómo sienten las plantas el tacto y otros estímulos mecánicos?

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Mecanismos sensitivos en plantas y bacterias

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Desde hace alrededor de treinta años, los científicos han estudiado minuciosamente unas estructuras muy particulares presentes en las células bacterianas, los llamados canales mecanosensitivos. Estos canales son pequeños poros que se abren y se cierran y se encuentran distribuidos en las membranas celulares.

Se ha podido comprobar que su apertura de estos canales se produce cuando la célula se encuentra en un entorno más diluido que el de su medio interno, lo que hace que se llene de líquido y la membrana alcance una mayor tensión. La apertura permite la salida de iones de la célula hasta el punto en que los dos ambientes, el interno y el externo, tiendan a igualarse. Esto explica determinadas reacciones de estos microorganismos carentes de sistema nervioso, ante situaciones cambiantes en su entorno.

Según explica en un artículo la bióloga Elizabeth Haswell, de la Universidad de Washington, quien ha estudiado junto a otros colegas estos procesos en la planta Arabidopsis thaliana, es muy probable que este tipo de canales mecanosensitivos o sus homólogos sean también los responsables del tacto y el movimiento en los vegetales multicelulares.

¿Qué hace que las plantas respondan al tacto?

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Los movimientos de las plantas son eventualmente mecanismos hidráulicos, de manera que al ganar o perder agua, las células de la base de las hojas se inflarían o desinflarían a semejanza de un neumático, generando así el movimiento. Es probable que esta reacción esté provocada a su vez por una activación de dichos canales iónicos por alguna inducción eléctrica incitada por el contacto.

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Esto ocurriría, por ejemplo, cuando una planta como la Venus atrapamoscas ( Dionaea muscipula), una de las plantas carnívoras más bellas de mundo, responde con un rápido movimiento al contacto leve con un insecto, atrapándolo, o cuando una planta trepadora choca con un obstáculo y lo va rodeando hasta que lo logra evitar. En el caso de la mimosa, podría ser un eficiente mecanismo de defensa ante la amenaza de algunos depredadores.

Aunque los propios científicos reconocen que quedan muchas preguntas aún por responder y estamos quizás descubriendo solo la punta del iceberg en este tema, es un hecho que por fin comienzan a ser dilucidados estos interesantes mecanismos de “ sensibilidad vegetal” que tantas interrogantes han planteado.

¿Te habías preguntado alguna vez cómo pueden las plantas responder al tacto? ¿Te gustaría saber otras curiosidades sobre las plantas carnívoras?