Los robots tienen diferentes usos que van desde actividades productivas a interacción directa con humanos, algo que resulta muy importante a la hora de ayudar a niños con capacidades diferentes.
¿Cómo la robótica puede ayudar en la educación de niños con ciertas discapacidades?

En los últimos años se desarrollaron robots para asistir y trabajar con niños con discapacidades como el autismo, problemas de atención y otras condiciones en las que es clave realizar una rehabilitación neurológica.
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Robótica al servicio de los niños con capacidades diferentes
Tan solo en Estados Unidos hay 1,8 millones de niños dentro del espectro autista y cada año se diagnostican 24 mil casos más, la intervención temprana es vital para que estos pequeños logren alcanzar el máximo de sus capacidades.
La tecnología es una aliada a la hora de contribuir con la educación de estos niños con capacidades diferentes y hoy existen robots creados especialmente para chicos autistas con herramientas para enseñarles a interactuar y así entrenar habilidades sociales.
Uno de estos robots es Milo que, con una apariencia muy similar a la humana, logra conectarse con los niños del espectro autista. Este androide que mide 60 centímetros habla un 20 % más lento que un adulto y mediante actividades ensaya con ellos habilidades sociales.
A diferencia de un humano, Milo tiene paciencia infinita y explica una y otra vez los conceptos que quiere que el niño con el que interactúa practique, sirviendo además de espejo para movimientos y expresiones faciales, aprovechando también el uso de juegos para enseñar elementos básicos de aprendizaje.
Terapia robótica específica para cada niño
No solo los chicos con autismo se benefician con el uso de robots para su rehabilitación, un grupo de expertos de la Universidad de Delaware creó a NAO, un dispositivo pensado para terapias específicas según las necesidades de cada niño.
Nao sirve para los más pequeños que requieren actividades simples y no se benefician de otros dispositivos pensados para chicos mayores. Este robot se presenta como un juguete que llama la atención de los chiquitos, quienes reciben terapia sin darse cuenta.
Este robot se programa paso a paso para el trabajo que se quiere realizar específicamente con un niño considerando sus necesidades y capacidades y, además de estimularlos en áreas como el lenguaje, movimiento y socialización es capaz de detectar señales que indican que ya es momento de terminar la sesión.
Asimismo Nao es inteligente y sabe cuando el niño se distrae buscando formas de volver a ganar su atención y modificar así la actividad a una que sea más acorde con el estado actual del chico.
Este robot puede ir sobre un arnés de movilidad que ayude al pequeño a desplazarse en casos de discapacidades motrices y si bien por ahora se utiliza en hospitales pronto estará disponible en centros de terapia, escuelas e incluso en las casas de sus pequeños usuarios.
La robótica al servicio de los niños que necesitan toda la ayuda para sobreponerse de sus discapacidades y alcanzar su máximo potencial de forma lúdica y específica resulta hoy en día mejor que cualquier otra terapia disponible.
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