¿Cómo funcionan los cargadores inalámbricos?

Siempre estamos un paso más cerca del futuro. Las patinetas voladoras están a punto de hacerse realidad y los sables de luz pronto saldrán al mercado. Además, los cargadores inalámbricos ya son cosas normales, así que ¿cómo funcionan?

Los cables comienzan a ser cosa del pasado, ahora que todas las personas tiene un smartphone, una tablet, un e-reader o un reproductor de música, muchos van con sus cargadores para todos lados, enredándose en sus bolsillos.

La solución a esto son unas pequeñas superficies portátiles en donde se apoya tu dispositivo y carga la batería del mismo, sin necesidad de conectarlo.

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Viaje al pasado

Para saber cómo funciona esto, viajemos un poco al pasado, a la época de Nikola Tesla. Este gran científico tenía muchas ideas revolucionarias para su tiempo, y una de ellas era la transmisión de energía eléctrica a través del aire. Al final Nikola Tesla no tuvo ni apoyo científico ni financiero, lo que llevó al proyecto a morir por un tiempo, hasta que se trató de recuperar esta tecnología en tiempos modernos.

El problema de todo esto es la eficiencia del proceso. Las señales de radio no son eficientes para transmitir electricidad de un aparato a otro.

Algo de física

Para entender cómo funcionan, primero hay que entender un poco de electricidad y magnetismo. Miremos el ejemplo de los electromagnetos. El concepto simple se puede ejemplificar con un clavo envuelto de un cable de cobre y una batería conectada a los extremos del cable. Al conectar la batería, el cable recibe una corriente eléctrica, generando un campo magnético a lo largo del clavo, convirtiéndolo en un magneto eléctrico.

Una batería proporciona corriente directa, pero si conectas el electromagneto a una fuente de corriente alterna, la polaridad del magneto cambia con el tiempo, lo que hace cambiar al campo magnético, el efecto perfecto para la inducción de electricidad.

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Inducción de electricidad

Una estación de carga en forma de tapete usa este principio de cambio de campo magnético, usando la corriente alterna de cualquier alimentación de casa. Algunos productos necesitan otro accesorio para poder cargarse, el cual es una cobertura especial que recibe el campo magnético.

Una idea es utilizar Wi-fi para transmitir energía, pero esto aún resulta muy difícil, dado que las señales Wi-fi emiten hasta un décimo de watt de potencia. El convertidor sólo aprovecharía una parte de esa potencia, lo que haría que una batería tardara horas y horas en cargarse un poco.

Otra limitante es la distancia, ya que las señales obedecen la ley de la inversa al cuadrado, lo que significa que una señal que se esparce de la misma forma en todas direcciones reducirá su intensidad relativamente a la distancia de la fuente.

Pero en la actualidad ya existen cargadores inalámbricos que se pueden usar con ciertos dispositivos, funcionan con el mismo principio antes descrito y pronto serán algo más común, olvidándonos de tantos cables, pudiendo cargar varios dispositivos al mismo tiempo. ¿Buen momento para vivir en el futuro?