Chelsea Manning y una conferencia que nos invita a seguir nuestros principios y a no tener miedo

Cuando quedaban pocos días para que Barack Obama terminara su presidencia, decidió hacer algo que muchas personas esperábamos: conmutar la sentencia de Manning. Pero, ¿por qué estaba detenida? Porque reveló información clasificada sobre el ejército de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

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Luego de pensarlo entendió que era necesario hablar, sin importar su carrera y su libertad. Estuvo 7 años detenida, pero su pena era de 35 años. Finalmente, a comienzos de 2017 Chelsea recuperó su libertad.

No realizó muchas apariciones, aunque recientemente dio una conferencia tan esperada como polémica. No por lo que dijo, sino porque días atrás, la Universidad de Harvard la había nombrado como académica visitante hasta que decidió retirar la invitación.

La conferencia la brindó en Massachusetts para el proyecto Nantucket. Esta organización busca reunir pensadores creativos y así potenciar la creación de ideas, según Time. Chelsea fue invitada por su «claridad» y esto fue lo que dijo…

Su ética

Muchos la tildaron de traidora y de falta de ética, pero Chelsea explica —una y otra vez— que lo que hizo fue todo lo contrario: decidió arriesgar muchas cosas de su vida, en pos de una ética en el ejército y en el país. «Creo que hice lo mejor que pude en mis circunstancias en pos de tomar una decisión ética», explicó y agregó que «no soy una traidora americana».

Respecto a la decisión de Harvard explicó que «no me avergüenzo de no ser invitada». Y a propósito de las críticas de la sociedad manifestó lo siguiente: «Todo el mundo me dice: “Tal vez no deberías decir esto, tal vez no deberías ir a este evento, quizá no deberías hablar”, y yo digo: “El hecho de que me estés diciendo que no debería hacer esto es la razón por la que sí debería”. Y creo que todos deberíamos hacerlo».

No se trata de hacer lo que los demás dicen que no deberíamos hacer. Si no que se trata de seguir nuestros principios, aunque todo el mundo grite que eso puede ser peligroso. Eso fue lo que hizo Chelsea: dijo lo que nadie se animaba a decir, pero que a la vez todos sabían que era necesario decir.