Cansados del bajo nivel educativo local que recibían los adolescentes, la falta de oportunidades de empleo luego de graduarse y la alta tasa de delitos menores, Faouzi Lellouche y su esposa Farida decidieron cambiar la realidad de Sevran, el suburbio parisino en el que viven.
Cada acción cuenta: esta pareja se convirtió en una bendición para este suburbio necesitado de París

Con un gran esfuerzo y el apoyo de los residentes locales, convirtieron el piso de una torre residencial en un centro de entrenamiento y club para los jóvenes en uno de los suburbios con menos recursos de París.
Una iniciativa que está cambiando muchas vidas
Cuando comenzaron, pusieron una tienda precaria en la parte de pasto que conecta las torres residenciales y empezaron a dar clases después de la escuela a niños y adolescentes. Al poco tiempo, y teniendo en cuenta todo lo que necesitaban, fue necesario desarrollar una nueva escuela. Así nació el-Baraka, que significa «bendición» en árabe.
El proyecto se inició con los propios ahorros de Lellouche. Ahora cuenta con el subsidio del estado francés para poder pagar el equipo de personas que trabajan en el centro y buscan intervenir en la sociedad para enseñarles las posibilidades de un futuro mejor a jóvenes, en un principio, sin perspectivas.
Para empezar, el centro brinda clases particulares para niños de la escuela, así como clases de inglés, italiano y francés. Además, representa una fuente de trabajo para varios adolescentes de la zona.
Más que una escuela (y un trabajo)
La escuela también busca convertirse en la guía de las personas que se acercan al centro y provienen de hogares con necesidades.
En el futuro, Lellouche espera expandirse todavía más y ofrecer entrenamiento en deportes y clases para los adultos de la zona.
Esta es una iniciativa con mucho sacrificio y esmero, que nos demuestra que podemos ser actores de cambio en nuestra propia sociedad y mejorar el futuro de las nuevas generaciones. ¿No lo crees?






