Bajo la mirada de la neurociencia, el cerebro de Sting explica su curiosa conexión con la música

Sting ha logrado una exitosa carrera en la industria de la música, de más de 45 años, como exbajista del popular conjunto británico The Police y desde hace ya un tiempo como solista.

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Siempre ha manifestado que la música lo nutre y que tiene una conexión especial. ¿Pero cómo la música afecta su cerebro? Los neurocientíficos se lo han preguntado y han investigado al respecto.

El músico aceptó participar de un inusual estudio neurocientífico basado en escáneres cerebrales. 

La conexión entre la música y la mente

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La investigación publicada en la revista especializada Neurocase, utilizó tecnología de punta para entrar en la mente del talentoso músico.

Según el autor de la investigación, el psicológico cognitivo de la Universidad McGill, Daniel Levitin, las técnicas aplicadas les permitieron hacer mapas de cómo el cerebro de Sting organiza la música.

Con este método, pueden obtener nuevas perspectivas de cómo talentosos individuos encuentran conexiones entre pensamientos y sonidos, en todo tipo de campos.

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Levitin trabajó con Scott Grafton, un experto en escáneres del cerebro de la Universidad de Santa Bárbara, California, para aplicar dos técnicas recientemente desarrolladas para analizar el escáner.

Las técnicas se conocen como análisis de patrón multivoxel y análisis de disparidad representacional y le permitieron a los científicos ver qué canciones Sting encontraba similares y cuáles diferentes, basándose en las regiones de su cerebro que se activaban.

Los resultados

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El escáner de Sting reveló varias conexiones entre piezas musicales, «Libertango» de Piazzolla y «Girl» de The Beatles fueron dos de las más similares en el cerebro del músico. El estudio explica que ambas piezas se componen en claves menores e incluyen motivos melódicos similares.

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La canción de Sting «Moon over Bourbon Street» y «Green Onions» (de Booker T. & the M.G.'s) también mostraron similitudes. Se registró que ambas piezas están en clave Fa menor y tienen el mismo ritmo de 132 golpes por minuto.

Para el autor de la investigación, los métodos utilizados pueden servir para estudiar otro tipo de cosas, desde cómo los escritores organizan sus pensamientos hasta los atletas, o cómo piensan los pintores acerca del color, la forma o el espacio.