Según un estudio en la Universidad de Missouri llevado a cabo por Harold G. Koenig, «la oración y otras actividades espirituales previenen enfermedades» al fortalecer la mente y provocar bienestar integral en el cuerpo.
Ateísmo y salud mental: tener fe te hace más sano y fuerte ante la enfermedad, según estudio

Comparado con jamás haber practicado la meditación u oración, una persona asociada con estas tradiciones recibe y expresa mayor procesamiento emocional, afecto positivo, sentido de propósito y misión, y otros beneficios que estimulan la salud mental.
Un exhaustivo análisis con más de 1500 muestras, demostró que las personas con fe, sea cual sea su religión, tienen más probabilidades de mantener mente y cuerpo sanos.
«Los beneficios de la devoción, particularmente la participación en una comunidad de fe y el compromiso religioso, son una mejora en la resistencia. En general, afrontan mejor el estrés, experimentan mayor bienestar porque tienen más esperanza, son más optimistas, experimentan menos depresión, menos ansiedad y se suicidan con menos frecuencia» (...) «Tienen sistemas inmunológicos más fuertes, menor presión arterial y mejor funcionamiento cardiovascular».
Si bien estos descubrimientos avalan la importancia de la fe como estímulo para el cuerpo y la mente, muchos psicólogos y psiquiatras deben reforzar y complementar este conocimiento cuando los individuos sufren de estrés y ansiedad que puede manifestarse en la tendencia a ver la desgracia como una maldición divina y en el aumento del sentimiento de culpa.
Evidentemente, lo que conocemos como fe no garantiza salud ni un desenlace favorable para nuestras enfermedades, sin embargo, abrazar la fe fortalece la resistencia ante enfermedades y contribuye a la salud mental.
Dan Cohen, profesor e investigador, afirma que « a medida que crece la espiritualidad, la persona tiende a reducir su egoísmo para concentrarse en un mayor sentido de individualidad conectada con el resto del universo. Es interesante constatar la importancia de la frecuencia en la participación de actividades religiosas o la percepción de apoyo congregacional en relación con la estrecha relación entre personalidad, espiritualidad, religión y salud»
«La recuperación de diferentes condiciones médicas como cáncer, daño en la espina dorsal o traumatismos cerebrales está significativamente relacionada con las creencias espirituales y el apoyo congregacional de las personas de fe», asegura Cohen. «La espiritualidad es un dispositivo mímico que ayuda a los individuos en momentos de estrés emocional»
La opinión popular considera que la fe obra como placebo, especialmente en aquellos más débiles, no obstante, la ciencia ratifica que creer en algo es beneficioso para el ser humano en provecho de una mejor calidad de vida, más allá de la certidumbre o lógica de las creencias.
Pero tú, ¿qué piensas al respecto?
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