Para los seguidores de Donald Trump, Wikileaks y su fundador Julian Assange han pasado a representar una esperanza en pos de ganar terreno ante Hillary Clinton en la recta final de la carrera presidencial estadounidense, especialmente después de que el propio Trump hiciera méritos para hundirse durante y después del primer debate televisado.
Assange y Wikileaks decepcionan a partidarios de Trump pero sigue latente su involucramiento en la campaña presidencial estadounidense

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En las bases políticas y filosóficas de Wikileaks está el afán por denunciar el encubrimiento, las mentiras y los secretos que el poder político esconde a los ciudadanos, pero en lo que respecta a la política estadounidense de cara a las elecciones presidenciales de 2016, el principal objetivo de Wikileaks ha sido Hillary Clinton y el Partido Demócrata, incluyendo la gran filtración de emails hackeados del Comité del Partido Demócrata en julio, que perjudicó la imagen del partido y de su candidata. Las razones para esto pueden ser diversas.
Tal vez Assange considera que denuncias relativas a Clinton y sus irregularidades serán más resonantes que otras relativas a un candidato tan inusual y controvertido como Trump. Tal vez lo hace para compensar el hecho de que, ante la amenaza de Trump, gran parte de los medios han pasado a retratar a Clinton bajo una luz demasiado benevolente, olvidando o dejando de lado sus rasgos y acciones más cuestionables.
De una u otra forma, muchos analistas han visto a Assange y a Wikileaks más como una fuerza opositora a Clinton antes que una organización neutral que vela por el interés público.
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Este sentimiento se reavivó en los últimos días, cuando se comenzó a hablar de una eventual “sorpresa de octubre” (un término que designa la sorpresiva revelación de información importante un mes antes de las elecciones) que Wikileaks tenía preparada, un supuesto anuncio o filtración de documentos que se presumió que serían en contra de Hillary Clinton. Algunos notorios partidarios de Donald Trump comenzaron a hablar ya del “fin de la campaña” de Hillary.
Un misterioso tweet de un hombre vinculado a la campaña de Trump avivó el fuego:
Wednesday@HillaryClinton is done. #Wikileaks.
— Roger Stone (@RogerJStoneJr) October 2, 2016
El propio Julian Assange contribuyó a elevar las expectativas, diciendo a Fox News que se revelarían documentos “asociados con la carrera presidencial, que traen nuevos enfoques, algunos muy interesantes”.
Así que seguidores de Trump estaban muy expectantes y entusiasmados ante una conferencia que Julian Assange iba a realizar este martes, que probablemente tendría esta bomba.
La conferencia fue realizada en el marco de un evento en Berlín por los 10 años de Wikileaks, de modo que el evento tuvo lugar a las 3 am, en hora del este de Estados Unidos, y muchos partidarios de Trump se quedaron despiertos a la espera del anuncio.
La aparición de Assange, sin embargo, fue una gran decepción para todos ellos.
El fundador de Wikileaks apareció en video en vivo desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado desde 2012.
Allí, no sólo no dio ningún dato revelador sobre Clinton, sino que además dijo que “si fuéramos a hacer una publicación importante sobre los Estados Unidos, no lo haríamos a las 3 am”.
Lo que fue como un balde de agua fría para los que esperaban ver el fin de Hillary Clinton.
El presentador Alex Jones, por ejemplo, que grabó su programa en vivo a esa hora para mostrar su reacción ante los eventuales y explosivos anuncios de Assange, a los que previamente había anunciado como “históricos” y “devastadores” para Clinton, decepcionado dijo luego que Assange era un sociópata que les había clavado un puñal por la espalda.
#OctoberSurprise Trump crazed minion Alex Jones calling Putin crazed minion Juilan Assange of Wikileaks a sociopath pic.twitter.com/3IwdftTv7H
— ☇RiotWomenn☇ (@riotwomennn) October 4, 2016
En su video, Assange dijo que ya tenían programadas varias publicaciones semanales durante las próximas 10 semanas, entre ellas, algunas relacionadas a las elecciones presidenciales estadounidenses, que saldrían antes del 8 de noviembre.
Sin embargo, negó que estuvieran específicamente destinadas a dañar a Hillary Clinton, y también se extendió para explicar que no tiene nada en contra de Clinton:
“Han habido malentendidos y me han citado erróneamente, a mí o a Wikileaks, sugiriendo que estamos intentando dañar la campaña de Hillary Clinton o que queremos perjudicarla. Todo eso es falso”
También aclaró que este material que piensan publicar en las próximas 10 semanas estará vinculados a asuntos como las armas, la guerra, la vigilancia masiva, el petróleo y Google.
Tal vez alguna sorpresa relativa a la campaña presidencial todavía quede por verse gracias a una filtración de Wikileaks, pero habrá que ver si el curso de la elección puede experimentar grandes cambios tan cerca de la fecha.
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