Así es como la nueva política migratoria de EE. UU. ya está perjudicando a la ciencia

La comunidad científica está entre los principales opositores a las políticas del gobierno de Donald Trump y no solo por sus medidas, que muestran una fuerte ignorancia sobre hechos científicamente comprobados, sino que también por la política migratoria que ya empezó a establecer.

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La cooperación entre países es necesaria para el desarrollo de la ciencia y la prohibición de ingreso a personas de una serie de naciones ya está provocando consecuencias en diferentes ámbitos del conocimiento científico.

¿Cómo las políticas migratorias de Trump afectan a la ciencia?

Kaveh Daneshvar es un experto en biología molecular y tiene como centro de investigaciones la Universidad de Harvard. De nacionalidad iraní, está legalmente en Estados Unidos, pero si sale del país no podrá volver a ingresar.

Este verdadero experto en este importante campo de la ciencia no podrá asistir a una importante conferencia en Canadá, donde muchos de sus colegas aprenderían de su experiencia para aplicarla en diferentes países.

El doctor Daneshvar no es el único rehén científico de las políticas de Trump, decenas de expertos en diferentes áreas del conocimiento se encuentran en la misma posición y eso también daña directamente a los norteamericanos.

La ciencia es un área sin fronteras, se necesita compartir conocimiento nuevo y trabajar en investigaciones conjuntas para obtener mejores resultados que impactan directamente en la cura de enfermedades y mejoras en la calidad de vida de personas en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos.

Impacto directo de las políticas migratorias de Trump sobre los estadounidenses

La inmigración ha sido clave en el desarrollo de la ciencia en Estados Unidos, parte importante de los premios Nobel del país llegaron allí como inmigrantes y sin su experticia grandes avances científicos no habrían sido posibles.

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Es común que científicos altamente reconocidos realicen pasantías en instituciones norteamericanas, pero varios de ellos no podrán hacerlo ya que nacieron en alguno de los países cuyos ciudadanos tienen prohibida la entrada al país, no importa que cuenten con doble nacionalidad y hayan desarrollado sus estudios y carrera fuera de sus países de origen.

Científicos que hoy residen en Estados Unidos o son de nacionalidad norteamericana podrían decidir abandonar el país para seguir sus carreras en otras naciones extranjeras, lo que implicaría que fondos para la realización de importantes investigaciones en instituciones norteamericanas serán desviados.

El tener centros donde se realicen investigaciones científicas favorece a Estados Unidos, ya que personas con enfermedades como por ejemplo el cáncer se benefician al participar de estudios clínicos cuando todas las otras terapias ya les fallaron.

Los avances científicos no pueden esperar a que Donald Trump cambie sus políticas y grandes talentos simplemente podrían emigrar del país por ello. No por nada 12 mil investigadores incluyendo ocho ganadores de Premios Nobel presentaron una petición al gobierno para evitar estas graves consecuencias en diferentes campos del conocimiento.