Así es como debes comunicarte con tu doctor cuando sientes que no te escucha

Hoy en día, es común consultar a un doctor cuando sentimos alguna molestia o tenemos un síntoma que nos preocupa. En general, se ha reportado que las personas que más acuden a una consulta buscan solucionar problemas en la piel, problemas en articulaciones, problemas de espalda y condiciones respiratorias, entre otras. 

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Cualquiera de estos problemas requieren de una comunicación ágil entre el paciente; que es quien padece los síntomas y los conoce mejor; y el doctor, que es quien puede relacionar estos síntomas a una condición y encontrar un tratamiento efectivo.

Es importante que los doctores escuchen realmente a los pacientes ya que es el único modo de ayudarlos. Tal como lo explica Martine Ehrenclou, autora del libro  The Take-Charge Patient: How You Can Get the Best Medical Care, la comunicación entre el paciente y el doctor es el pilar de un buen sistema de salud. 

Sin embargo, los doctores no tienen la reputación de escuchar a sus pacientes. De hecho, según un estudio, cuando el paciente comienza a hablar, el doctor lo interrumpe aproximadamente a los 17 segundos. Como esto sucede, las personas suelen frustrarse, ya que por un lado su problema no se ve solucionado y por otro se sienten ignorados y desvalorizados.

¿Por qué muchos doctores no escuchan? 

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El doctor Zackary Berger y autor del libro  Talking to Your Doctor: A Patient's Guide to Communication in the Exam Room and Beyond, explica que las personas creen que los médicos no escuchan porque en efecto no lo hacen. No obstante, esto no se debe a que quieren hacer un mal trabajo y, menos aún, a que no tienen los incentivos necesarios para ello.

Los doctores aprenden, estudian y practican procedimientos, y la parte de mejorar la comunicación con el paciente muchas veces no resulta tan importante. 

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Además, la presión que tienen para cumplir con una cantidad de consultas en determinado horario contribuye a esto. En general, un doctor debe dedicar alrededor de 15 minutos por paciente, lo cual muchas veces es poco tiempo para conversar, discutir y reflexionar sobre síntomas. Debido a la brevedad de las visitas, los doctores tienen tendencia a enseguida prescribir una receta para un medicamento o a minimizar los síntomas del paciente, destacando que es un problema que no es grave.

Por último, como todo ser humano, los doctores no son inmunes a los prejuicios de la sociedad. Por ejemplo, varios estudios han demostrado que los síntomas y dolores en mujeres resultan menos serios a los ojos de un doctos.

Todo problema que se caracteriza por síntomas es una fuente de preocupación, estrés y tristeza. Por esta razón, la consultas al médico deberían ser lo más provechosas posibles para frenar los síntomas y evitar que empeoren. Esto deja en evidencia que es importante conocer los métodos para lograr la atención de tu doctor.

Mejorando la comunicación con tu doctor 

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Para mejorar la comunicación con tu doctor es importante priorizar lo que quieres comunicarle y tenerlo anotado para no perderlo de vista. Por esta razón es importante anotar los síntomas que sientes al momento que los sientes y cualquier situación fuera de lo normal que pueda ser útil al momento de tu consulta. Una mayor organización va a permitir un mejor intercambio y una conversación más fluida sobre lo que sucede en tu cuerpo.

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En general, los doctores prestan mayor atención si el síntoma es seguido de una explicación más que de un pedido para un análisis. Por ejemplo, si tienes dolor en la columna no le expliques que quieres un análisis, explícale por qué el dolor te preocupa, qué dudas quieres despejar en tu consulta y qué análisis crees que debería hacerte y por qué. Demostrar que eres consciente en cuanto a lo que deseas a nivel medicinal es importante para atraer la atención y el respeto del médico.

También es importante que hagas preguntas a tu doctor ya que esto lo condiciona a prestar atención y enfocarse en la conversación. Puedes preguntarle lo que opina sobre lo que sientes y crees que tienes.

Por último puedes informarte previamente sobre los síntomas que tienes, teniendo en cuenta que internet no siempre tiene la información más precisa. Una buena opción es consultar con personas que han sufrido los mismos síntomas, para conocer cómo lo solucionaron, qué clase de médico decidieron ver. Muchas veces, las experiencias de otros nos pueden servir para tomar decisiones más acertadas. Sin embargo, debes tener en cuenta que síntomas similares en otra persona no significa necesariamente que tienen la misma condición.

Si estas opciones no logran que tu médico te preste atención quizás sea tiempo de cambias de médico. No te sientas con culpa si decides hacerlo. La instancia médico-paciente debe ser lo más provechosa posible, y de otro modo es una pérdida de tiempo para ambos.

¡Tu principal preocupación debe ser solucionar tus problemas de salud por tan mínimos e insignificantes que parezcan!

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