Así de increíble es el corazón de una ballena azul

En 2014, nueve ballenas azules quedaron atrapadas en el hielo y murieron en la costa de la isla Terranova, en Canadá.

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Dos de los cadáveres aparecieron en la playa y en condiciones lo suficientemente buenas, lo que llevó a que los expertos del Museo Real de Ontario en Toronto viajaran al sitio y recuperaran los restos, uno de los cuales era un esqueleto de 24 metros de largo.

Sin duda la pérdida de estas ballenas es realmente triste, pero ha ofrecido una oportunidad para poder estudiar la anatomía de la criatura más grande que ha vivido jamás.

Una de las hazañas más grandes fue el poder conservar anatómicamente por primera vez a un corazón completo de ballena azul.

Una hazaña increíble

Este corazón pesa nada más y nada menos que 200 kg y es del tamaño de un coche pequeño. Y tiene una capacidad de bombeo de unos 220 litros de sangre por latido.

Preservar un órgano de tal magnitud fue realmente un desafío para los científicos y su preservación fue liderada por Jacqueline Miller.

Para poder preservarlo, los científicos utilizaron alrededor de mil galones de formaldehído (compuesto orgánico) para detener el tejido de la descomposición . Luego empaparon el corazón en acetona para eliminar toda el agua de su tejido, hasta el nivel celular.

Utilizaron una técnica llamada plastinación y colocaron al corazón en un baño de polímero, luego pusieron todo en un vacío para que la acetona se evaporara, dejando el corazón perfectamente conservado.

El corazón permaneció en la cámara de vacío durante cuatro meses para asegurarse de que todo estuviera cubierto. Con este proceso la conservación del órgano debe durar hasta mil años.

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Al alcance de todos

El corazón fue exhibido en el Museo Real de Ontario en Toronto y ofrece una experiencia única para científicos, turistas y cualquier interesado.

Por lo general, cuando las ballenas mueren, casi siempre se hunden, pero este raro evento hizo que fuera posible la conservación de un órgano tan importante de una especie fascinante: la más grande que se haya visto nunca. Increíble, ¿no?