Si se dice que los argentinos manejamos mal, tienen que haber razones...
Argentinos al volante: ¿Por qué dicen que manejamos mal?


La asociación civil Luchemos por la Vida realizó algunas encuestas e investigaciones y los resultados son claros: los argentinos somos un desastre al volante. Por supuesto que esto es a nivel general, no quita que haya muchos conductores excelentes en el país.
No hablamos por hablar. Está todo justificado y estas estadísiticas de seguridad vial lo demuestran. Cada uno sabrá si sentirse identificado...
Números alarmantes
- En Argentina el 21 % de los muertos de tránsito son peatones porque solo el 6% de los conductores otorga la prioridad peatonal.
- Los fines de semana, el 69% de las personas conduce después beber alcohol. El problema es que el 47% de los encuestados no conoce el límite legal de alcohol tolerado en sangre (0,5g/l), o sea que toma de más, y el 58% cree que el tiempo para que se pasen los efectos del alcohol es menor al necesario. Es decir, conducen alcoholizados.
- De 1.400.000 vehículos particulares que circulan cada día por la ciudad de Buenos Aires, cerca de 151 mil conductores usan el celular mientras manejan, simultáneamente y constantemente. Esto afecta el tiempo de reacción, la dificultad para mantener la dirección y la velocidad y el respeto de las señales de tránsito, entre otras cosas. ¡Y es algo que pasa en todo el país!
- Solamente un 49% maneja con las luces encendidas durante el día aunque en algunas provincias sea obligatorio por ley. Prenderlas reduciría el número de accidentes entre un 5% y un 8% según estudios internacionales.

- Sabemos que la prioridad de paso la tienen los vehículos que vienen por la derecha. Sin embargo, solo el 58% de las mujeres y el 35% de los hombres respeta esta regla de tránsito.
- El 99,8% de los conductores no frena ante la señal pare.
- En un estudio de 2013 realizado en la Ciudad de Buenos Aires, 127 de 220 semáforos vehiculares y/o peatonales tenían luces quemadas o fallas. Aún peor: el 70% de los conductores acelera cuando ve que el semáforo está en amarillo.
- En relación a los más chicos: solo el 21% de los niños de entre 4 y 10 años viaja con cinturón de seguridad en el asiento trasero y únicamente el 16 % de los menores de 4 usa la silla especial correpondiente.
Si bien estos datos de Luchemos por la vida sobre cómo manejan los argentinos son alarmantes, lo peor es que el 67% cree que es mejor conductor que la mayoría. Esto tiene un impacto negativo a la hora de tomar decisiones que se relacionan con riesgos innesarios y evitables como la velocidad o las maniobras de sobrepaso.
No estamos acostumbrados a que nos digan que somos malos en algo, y menos en el manejo. Pero es hora de que reflexionemos sobre estos números y tomemos conciencia. Nuestra vida y la de otras personas dependen de cuán responsables seamos detrás del volante. Cuidarse no cuesta nada.






