¿Tu promesa de no fumar se rompe cuando estás tomando alcohol? Esto es algo que a mí me pasa constantemente.
Aquí te explicamos por qué fumas sólo cuando bebes

No quiero fumar ni en mi casa, ni en el trabajo, ni cuando estoy estresada. La única ocasión en la que mi cuerpo me ruega por un cigarro es cuando tomo alcohol con una o más personas. Nunca sola.
Lo más extraño de esto es que conozco a varias personas que les pasa lo mismo. Esa tentación de fumar y tomar es demasiada, y son dos cosas difíciles de separar.
¿Cuál es la razón de esto? Según el doctor John Dani, neurocientífico y experto en adicciones de la Universidad de Pensilvania, la urgencia de fumar es un "arma de dos filos". Por una parte tiene que ver en cómo la nicotina afecta la memoria, y por el otro la nicotina, combinada con el alcohol, reduce los niveles de dopamina. Juntos, estos mecanismos hacen ver a los cigarros como algo exquisito a la hora de tomar.

En lo que concierne a la memoria, en el 2009 el equipo de Dani publicó un estudio sobre cómo la nicotina estimula ciertos recuerdos. Es decir, empuja a tu cerebro a que repitas su consumo, y si la combinas con alcohol y con convivir con tus amigos, es una mezcla que quieres repetir.
"Recuerdo que poco tiempo después de que acabamos el estudio fui con un colega a un bar", explicó el Dr. Dani, "lo conocía desde hace muchos años y nunca supe que fumaba, pero admitió que en ese momento se le antojaba uno. Dijo que no había fumado en 20 años, pero después de unos tragos sentía la urgencia de tomar".
Esa es una razón, pero hay otra para esta combinación. El estudio comprobó que los niveles de dopamina bajan cuando se mezcla la nicotina con el alcohol. En otras palabras el cigarro y el alcohol, si se consumen separados producen una sensación de felicidad, pero la mezcla de ambos hará sentir menos feliz a quienes los consuman. La razón por la que las personas seguimos fumando y tomando al mismo tiempo es para volver a ganar esa felicidad.
Teóricamente se trata de un ciclo que empieza en cómo el alcohol te trae recuerdos de lo bien que se siente fumar. Pero fumar un cigarro después de tomar baja tus niveles de dopamina, de ahí la necesidad de tomar más, y el ciclo empieza otra vez.
A este tipo de fumadores sociales Dani los describe como personas que no fuman seguido, pero lo hacen bajo ciertas circunstancias. "Lo que recomiendo es que no lo hagas, porque es un habito que, por lo común, acaba en que fumes regularmente, algo que puede ser muy difícil de abandonar", asegura.

Ha habido otros estudios sobre esto que concluyen que la sensación de tomar y fumar no es sólo es placentera, sino que reduce el efecto de sueño que causa el alcohol. Así lo indicó una investigación del Journal of NeuroChemistry en 2015.
Previo a esto Marina Picciotto, profesora de psiquiatría en la Universidad de Yale, aseguró que tanto el alcohol como la nicotina son adictivas, por lo que empezar con una hace querer inmediatamente la otra.
También te puede interesar: ¡Sí se puede!: 5 historias de personas que dejaron de fumar sin ningún tipo de ayuda









