El mes de junio está marcado por la celebración del orgullo gay en varias partes del mundo, especialmente en los Estados Unidos, en torno a la conmemoración de los disturbios de Stonewall, que ocurrirá esta semana.
Angela Merkel cambió su postura sobre el matrimonio igualitario y se abre la esperanza a la legalización en Alemania

Es un momento muy adecuado, entonces, para el sorpresivo anuncio que ha hecho la canciller Angela Merkel, con respecto a la votación parlamentaria sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo en Alemania.
Un cambio de posición política
Los esfuerzos para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Alemania han sido hasta ahora bloqueados por la coalición CDU/CSU, que funciona como grupo parlamentario en el Bundestag —el parlamento— y ha votado en bloque y por mandato en contra de la aprobación.
La coalición está formada por los partidos conservadores Unión demócrata cristiana (CDU), al que pertenece la canciller Merkel, y la Unión social cristiana (CSU), de cuño católico, y ambos conservadores con énfasis en los valores familiares tradicionales.
Merkel ha sido contraria desde siempre al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Ver también: ¿Sabes cuáles son los 22 países que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo?
«Hombre y mujer, el matrimonio y la familia» dijo en una entrevista de 2005, «están en centro de nuestro modelo social, así que otros estilos de vida no deberían recibir protecciones constitucionales comparables».
Hace cuatro años, durante la campaña electoral, se manifestó firmemente en contra de la medida, mencionando el impacto que podría tener en los niños adoptados.
Sin embargo, la opinión pública en Alemania ha probado estar ampliamente a favor de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo desde hace un tiempo, según varias encuestas, y la presión política para cumplir con esta demanda ha comenzado a pesar.
Esta semana, en una entrevista muy informal en Berlín para una revista femenina en la que respondió preguntas del público, Angela Merkel suavizó su posición contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo en una revelación un poco sorprendente, pero que también se explica por la necesidad de nuevas alianzas de gobierno y la cercanía de futuras elecciones federales.
«Me gustaría llevar la discusión al punto que sea un asunto de consciencia» dijo Merkel refiriéndose a la votación parlamentaria, «y no algo impuesto por mí a través del voto de la mayoría».
Esto fue luego ratificado por la coalición CDU/CSU, que aseguró que sus legisladores podrían votar a consciencia.

Angela Merkel está a la búsqueda de nuevos acuerdos de coalición de cara a las elecciones federales que tendrán lugar en el mes de septiembre.
Martin Schulz, el líder del Partido Demócrata con el que Merkel busca una alianza, había dicho que no llegaría a ningún acuerdo si no se aprobaba el matrimonio igualitario. La misma posición manifestaron el Partido Verde y el FDP, potenciales aliados tras las elecciones.
Tras las declaraciones de Merkel, algunos parlamentarios comenzaron a presionar para realizar la votación esta misma semana, y si esta finalmente ocurre, es altamente probable que se apruebe, con el apoyo de todos los demás partidos.
Un cambio de posición individual
Indudablemente Merkel tenía sus razones políticas para moderar su posición sobre el asunto, pero algunos reportes indican que tal vez la canciller genuinamente cambió su opinión conservadora sobre el asunto.
En esta misma entrevista, Merkel reconoció que había tenido una epifanía.
Fue invitada a cenar con una pareja de mujeres, que juntas se encargaban del cuidado de ocho niños adoptivos. Al ver lo bien que estaban estos niños, Merkel consideró que su viejo argumento en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, ya no tenía validez.
«Si los servicios sociales infantiles confían a una pareja lesbiana el cuidado de ocho niños, entonces el estado no puede utilizar a los niños como argumento» aseguró.
Con este cambio de dirección y la posible aprobación del matrimonio igualitario, Alemania se pondría a la par de otros países de Europa y, sobre todo, de la mayoría de sus propios ciudadanos.






