Amenazas, atentados y limitación de la libertad de expresión: ¿qué tan libre es el periodismo uruguayo?

En los últimos años, Uruguay ha sido reconocido en la región por sus avances sobre libertad de expresión, gracias a iniciativas como la regulación de los servicios de comunicación audiovisual y la radiodifusión comunitaria, y la protección al derecho de acceso a la información pública, entre otros.

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Esos avances han colocado al país en el primer lugar de la región de acuerdo a los informes internacionales de libertad de expresión. ¿Pero somos dignos de ese título? ¿Qué tanto se protege el ejercicio del periodismo y la búsqueda de la información?

Un caso “con suerte”

La periodista de Caras & Caretas, Isabel Prieto Fernández, viajaba de El Pinar a Montevideo en su auto, cuando dos hombres en moto le dispararon una 9mm a la cabeza.

La periodista logró acelerar, y al agacharse la bala, por fortuna, solo le rozó la cabeza. Pudo hacer la denuncia y fue trasladada a su mutualista.

El incidente ocurrió después de que la periodista denunciara en la web de la revista Caras & Caretas el maltrato recibido por la Policía, tras intentar obtener información sobre el asesinato de una mujer.

Isabel pudo contar su historia, pero no sin dejar de sufrir la presión y el miedo por querer ejercer su trabajo de forma honesta y profesional. 

Las cifras no mienten

Según el primer informe del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública de 2015, se constataron 37 casos en los que en sectores públicos y privados, se limitó la libertad de expresión de los periodistas. Incluso en varios casos, las autoridades nacionales convocaron conferencias de prensa sin aceptar preguntas.

¿Cómo se puede ejercer el periodismo de esta manera? ¿Cómo contar lo que sucede cuando desde diferentes ámbitos se nos bloquea el acceso a la información?

El Segundo informe de Monitoreo de Amenazas del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública, registró una disminución en los casos de coerción de la libertad de expresión. 

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En el período del 1 de abril de 2015 al 31 de marzo de 2016, se registraron 28 casos de amenazas a la libertad de expresión. Dentro de esos casos, se registraron 10 de obstrucción al trabajo periodístico. La mayoría relacionados a que no se les permite a los periodistas realizar preguntas en las conferencias de prensa.

Sumado a eso, se registran 9 casos de hostigamiento a través de la Justicia, con pedidos para revelar fuentes y denuncias por difamación, entre otras.

Lamentablemente eso no queda ahí, ya que también se registran 6 casos de amenazas y 6 más de hostigamiento físico.

¿Hay que celebrar?

Imagen Shutterstock

A nivel de libertad de expresión, Uruguay se encuentra en el nº 26 del mundo y es el primero en la región de acuerdo a las cifras de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborado en 2014 por Reporteros Sin Fronteras.

No sorprende que el país con menos libertad de prensa sea Colombia seguido por Venezuela y Brasil.

¿Pero tenemos que alegrarnos de nuestra posición? Creo que si bien la realidad de los otros países de la región es aún más preocupante, no quiere decir que nuestra situación no pueda estar mejor.

Hay mucho por hacer en Uruguay en materia de libertad de expresión y en poder ejercer el periodismo sin condicionamientos ni presiones. Para eso es necesario que las autoridades, la justicia y los actores públicos sean conscientes de lo que generan al impedir el libre acceso a la información y que los periodistas puedan trabajar sin trabas.

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Pero también es necesario que los periodistas puedan denunciar estas prácticas, usar la habilidad de informar para generar conciencia sobre esta realidad que está pasando ahora mismo. Yo quiero un periodismo honesto, ¿y vos?