No importa que estemos a pocas horas de comenzar el evento olímpico, la preocupación es la misma (o mayor) que desde que se anunció la sede. Río de Janeiro, como todo Brasil en general (y más con la experiencia vivida en el Mundial de Fútbol de 2014), está bajo la lupa del mundo gracias a sus revueltas políticas y problemas sociales, y ahora se les suma un posible desastre medioambiental.
Alerta para los atletas olímpicos: contaminación del agua es altamente peligrosa

Los afectados son los deportistas acuáticos, y especialmente los que deben competir en lo que se denominan "aguas abiertas", que en lugar de desarrollarse en recintos cerrados se practican en las aguas de la Bahía de Guanabara.
Las consecuencias de la contaminación

Según los análisis de varios expertos (entre ellos, científicos de la Universidad de South Florida), la contaminación del agua en general es extremadamente preocupante. Simplemente por tomar como ejemplo, las muestras recientes arrojaron valores de un millón y medio de veces más altos que lo que se considera preocupante en países de primer mundo, como los Estados Unidos o varias naciones de Europa.
Si por error, los atletas ingirieran el equivalente a 3 cucharadas de esta agua, ciertamente podrían contraer enfermedades virales, que afecten al estómago, las vías respiratorias, o incluso el corazón o el cerebro.
Si bien los atletas están avisados y podrían tener cierto control, también preocupa la llegada de cientos de miles de turistas y delegaciones, que por supuesto, encontrarán atractivo en las ineludibles playas de Río. De hecho, no solo el agua está contaminada, sino que muestras de la arena en playas tan famosas como Copacabana e Ipanema también presentan virus, igualmente peligrosos.
Marina de Gloria y la laguna Rodrigo de Freitas, dos lugares donde se desarrollarán actividades, son los puntos más contaminados de la zona, con un promedio de 248 millones y 37 millones de adenovirus por litro de agua, respectivamente. Además, también se encontraron enormes cantidades de coliformes fecales y partículas de rotavirus.
Incompetencia en la organización

Las promesas por "purificar" y limpiar Río han fracasado, y estos juegos podrían ser recordados por varias experiencias negativas. Por su parte, los deportistas, se han resignado a competir incluso en estas pésimas condiciones, ya que tras 4 largos años de esfuerzo y preparación, sería imposible no hacer "otro sacrificio".
El Dr. Fernando Spilki, coordinador del laboratorio de microbiología molecular del la Universidad de Feevale, que llevó a cabo los exámenes en el agua, dijo que estas muestras revelaron que el esfuerzo de mejora en la calidad del agua es practicamente imperceptible, a pesar de las constantes promesas de hacerlo que organizadores y responsables han lanzado desde hace años.
Spilki explicó que: "Desafortunadamente, hemos visto durante este tiempo la variación en los niveles de contaminación, pero su fluctuación está más relacionada al efecto de las condiciones climáticas que a las medidas que pueden haberse implementado para acabar con la contaminación."
Mientras que el gobernador de Río, Eduardo Paes reconoció el fracaso en los esfuerzos por limpiar el agua de la ciudad, calificándolo como una pena al no poder haberse aprovechado esta "última oportunidad", los organizadores de las Olimpíadas insisten en que las aguas de la ciudad serán seguras tanto para atletas como visitantes. El comité organizador local no ha respondido a las consultas respecto a los resultados arrojados por el análisis.
- Otro problema que pone de relieve el evento: Los traficantes de drogas de Río de Janeiro también están imbuidos en el espíritu olímpico






