A 2 años de su muerte, así esta la investigación por la muerte de Nisman

Hace exactamente un año, publicábamos en este mismo sitio una nota titulada « Se cumple 1 año de la muerte de Alberto Nisman», repasando en qué estado se encontraba la investigación por aquel entonces. Un año más tarde, las conclusiones son las mismas a las que llegamos en aquel artículo.

Todo sigue igual

La investigación por la muerte del fiscal Nisman contrajo todos los males que ya estaban presentes en la causa que él tenía a cargo, la del atentado a la AMIA. Una muerte cuya investigación fue obstruida desde el principio, utilizada para librar todo tipo de batallas políticas y cuyo esclarecimiento está lejos de ser realidad producto de todo tipo de acusaciones cruzadas (que alguien manipuló la escena del crimen, que los peritos no estaban calificados, entre otras).

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De un lado, los familiares de la víctima que, junto con el apoyo de varios sectores opositores al kirchnerismo, impulsaron la hipótesis de que a Nisman lo mataron para silenciarlo. Del otro lado, aquellos que sostienen que la muerte fue un suicidio y que argumentan que la denuncia que iba a presentar ante el Congreso carecía de pruebas.

Lo cierto es que, en estos 2 años, uno de los pocos avances de importancia en la investigación fue el traspaso de la causa a la justicia federal. En los últimos días además cobró fuerza la hipótesis de que Nisman estaba muerto ya desde el sábado, contradiciendo así la versión de Diego Lagormasino, quien le habría entregado el arma del crimen al fiscal.

Justicia trunca

Desde la DAIA reclamaron que la investigación «no se puede dilatar más». En declaraciones a Radio Rivadavia, el titular de organización Ariel Cohen Sabban, dijo que «la ciudadanía debe estar tranquila que aquellos que tienen que dar justicia, la dan. No se puede dilatar más y seguir esperando».

El segundo aniversario de la muerte del fiscal llega además con la reapertura de la causa por la que Nisman había acusado a Cristina Fernández de Kirchner, Héctor Timerman y otros funcionarios del kirchnerismo de encubrimiento y traición a la patria.

Recordemos que antes de su muerte, el fiscal debía presentar pruebas que (supuestamente) incriminaban a la por entonces presidenta (y varios miembros de su gabinete) de encubrir a Irán en la investigación por el atentado a la AMIA, uno de los peores atentados de la historia argentina.

Sin embargo, en la madrugada del 18 de enero la repentina noticia de «un incidente» en el departamento del fiscal sorprendió a todos. Nisman apareció muerto en el baño de su departamento, horas antes de que tuviera que testificar ante el Congreso sobre su denuncia. 

2 años más tarde, todavía no sabemos si se trató de un suicidio o de un asesinato. Quedará por ver si este año podremos saber que pasó esa fatídica noche o si, por el contrario, pasaremos más tiempo escribiendo y leyendo artículos como este. 

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