7 dramáticas fotografías espaciales de septiembre que son lecciones de humildad

Imagen Shutterstock

La fotografía se ha vuelto una expresión creativa tan simple, habitual y poco original que es realmente difícil sorprenderse con su producción artística.

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En las horas que nos atraviesan, cualquiera tiene una cámara de amplísima resolución en su bolsillo, pagó un módico precio a cambio de un diploma que le permita afirmar que es especialista en fotografía y photoshop en las redes sociales o se compró la Nikon con superlente en Mercadolibre, subiendo cientos de miles de millones de datos en formato imagen a la red.

En la lejanía de unos pocos y desconocidos museos quedó el movilizador arte conceptual que supo ser la fotografía en la segunda mitad del siglo XX y aún más allá la experiencia estética, vago recuerdo del que ya nadie habla. Sin lugar en la Tierra para el extrañamiento o el goce estético a través de la imagen, ¿qué queda para esta aburrida y ordinaria práctica masiva?

El insondable y desconocido arte del cosmos.

Allí, donde la vastedad constantemente nos da una lección de humildad, nos pone en diálogo y nos conecta con todo lo que alguna vez existió, existe o existirá, está la única posibilidad para el arte en la fotografía.

Y es con esa premisa que hoy te invitamos a conocer el deleite de la fotografía astronómica a través de algunas de las mejores capturas del mes de septiembre mediante el lente de las atrevidas cámaras que más buscan la originalidad...

7. Europa y Júpiter, por la Voyager I

Cuántas y cuán extrañas manchas... ¿no? La más oscura es la sombra de la Io, la más grande de las lunas de Júpiter y el satélite galileano más cercano a su atmósfera.

Asimismo, la que más llama la atención es la gran mancha roja, una tormenta que se desarrolla al menos desde hace 352 años —cuando el señor Giovanni Domenico Cassini la descubrió— y que tiene más de dos veces el diámetro de la Tierra.

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El satélite que vemos sobre el extremo inferior izquierdo no es otro que Europa, apenas un poco más pequeño que el planeta desde el que estás leyendo estas líneas.

6. El escalador y el eclipse, por Andrew Struder

Septiembre tuvo un espectacular eclipse solar que, literalmente, detuvo cuarta parte del planeta. Esta obra de arte es el resultado de la minuciosa planificación de un grupo de especialistas en fotografía y montañismo dirigidos por Andrew Struder, Ted Hesser, Martina Tibell y Michael Shainblum, quienes ascendieron unos 100 metros de altura para alcanzar la cúspide de la pintoresca Torre cara de mono en el Smith Rock Park de Oregon, Estados Unidos.

5. NGC 6334: la «Nebulosa pata de gato», por George Varouhakis

Las nebulosas son de los objetos espaciales más deslumbrantes y llamativos de los que tenemos conocimiento. Además, sabemos que si se trata de encontrar formas o patrones, la humanidad parecería estar hecha a medida, razón por la cual cada nebulosa recibe un nombre coloquial vinculado a nuestra caprichosa habilidad. En este sentido, la NGC 6334 es comúnmente referida como la « Nebulosa pata de gato». ¿Tú qué opinas?

4. Llamarada solar en la emanación de AR2673, por el SDO de la NASA

El 10 de septiembre logramos registrar una increíble llamarada brotar de la emanación de AR2673 en el Sol y fue la cuarta de clase X que el Solar Dynamics Observatory de la NASA logró capturar en imágenes. El evento tiene una brutalidad y una violencia tan extrema que ni siquiera seríamos capaces de imaginar, pero la belleza de lo que podría significar el fin de toda forma de vida terrícola si fuera otra la ubicación del planeta, con su inmensa eyección de masa coronal, es simplemente irrefutable.

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3. 100 pasos adelante, por Camilo Jaramillo

Quienes han estado en el desierto aseguran que no hay mejor lugar para observar el cielo nocturno y emprender ese profundo camino al que las estrellas nos invitan, que no es otro que el del autoconocimiento y la filosofía. En esta excepcional captura del señor Jaramillo vemos la épica conjunción entre Venus y la Luna que tanto maravilló a las antiguas civilizaciones y que tantas veces enriqueció nuestros mitos.

Sobre el primer plano vemos las huellas que delatan el arduo pero apasionante camino solitario en el que aún camina nuestra especie sobre el diminuto desierto cósmico que hasta entonces hemos descubierto y a lo lejos, apenas un fragmento del brillante oasis de Huacachina, en Perú, bajo la serena y eterna calma de nuestro vecindario espacial: la Vía Láctea.

2. La última imagen tomada por la Cassini

No hay color, no hay definición. No hay acción, no hay emoción. Nada. ¿Nada? Esta es la última imagen que tomó la nave Cassini en una de las misiones más exitosas en la historia de la humanidad: la Cassini-Huygens.

Antes de desintegrarse en la salvaje atmósfera de Saturno, tal como fue previsto y planificado en el trabajo conjunto de la NASA, la ESA y la ASI hace más de 20 años, la nave tomó esta última fotografía y nos la hizo llegar desde la otra punta de lo que, por ahora, creemos que es el Sistema Solar.

Una obra de arte que en la que trabajó un centenar de especialistas durante dos décadas y que recorrió 113 000 kilometros para llegar a tu smartphone.

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1. Nebulosa del velo, etéreos fragmentos de una explosión estelar

Cuando la humanidad descubrió el poder del lenguaje, la escritura y la literatura, cuando entendimos que todo lo que existe solo existe en ese código y que absolutamente todo lo que existe es un texto con codificados mensajes que esperan ser leídos, descubrió que la muerte solo es un concepto humano al que todo lo que existe puede trascender.

Lo que vemos en esta dramática imagen capturada por el Hubble es el eco de un mensaje que fue enviado hace nada más ni nada menos que 7000 años atrás.

¿Y qué nos dice? Que todo cuanto conocemos a nuestro alrededor no es más que una insignificante milésima de segundo en el cosmos. Eso que ves es la explosión de una estrella, inmensamente más grande que la que sostiene la vida en la Tierra y sostiene al sistema planetario, el remanente de una solitaria supernova conocida como el bucle de Cygnus.

Quién sabe qué cantidad o que clase de planetas la orbitaron, cuántas o qué clase de formas de vida pudo haber albergado o cuántas más habrán tenido el mismo destino que así como ella tuvo a 1400 años luz de distancia de tú y yo, también tendrá el Sol.

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